La situación de los desalojados del instituto B9 de Badalona que llevan cuatro días sin saber dónde ir, refugiados en tiendas de campaña bajo el puente de la C-31, sigue sin encontrar una solución suficiente para cubrir sus necesidades. El esperado acuerdo entre la Generalitat y las entidades sociales, dado que el ayuntamiento de Badalona se ha desentendido totalmente de estos inmigrantes por considerar que están en una situación ilegal, no ha sido suficiente para dar cobertura a todas las necesidades. Según este acuerdo, la parroquia Mare de Déu de Montserrat de Badalona acogerá durante un mes a una quincena de personas en situación de vulnerabilidad del grupo de la cincuentena de desalojados que, desde el pasado miércoles está durmiendo a la intemperie y que están recibiendo únicamente el apoyo de las entidades sociales que se han implicado, Cáritas Diocesana de Barcelona, Cruz Roja, Sant Joan de Déu Serveis Socials y la Fundació Llegat Roca i Pi, que tienen el apoyo económico del Departament de Drets Socials i Inclusió de la Generalitat de Catalunya.
En esta parroquia de la Mare de Déu de Montserrat se desplegará un dispositivo de emergencia temporal, gestionado por Cruz Roja, donde las personas acogidas podrán cenar, dormir y desayunar en horario nocturno (de 20 horas a 8 de la mañana), y también hacer uso de servicios como duchas y lavandería del Centro de Día Folre, que ya ofrece atención a personas en situación de vulnerabilidad. Este grupo de 15 personas se ha escogido en función de su situación. “Se han valorado las condiciones personales de estas personas y se las ha seleccionado atendiendo a criterios sociales y de vulnerabilidad, explican las entidades. Este grupo de la parroquia Mare de Deu de Montserrat se une al grupo de entre 12 y 15 personas que han podido pasar la noche en el Casal Antoni Sala i Pont, vinculado a la izquierda independentista, y cinco más se alojarán en una pensión pagada por Cáritas durante un mes, mientras que hay otras personas que están durmiendo en casas de vecinos que los han acogido.
Las entidades reclaman implicación del ayuntamiento
Las entidades, que han dado a conocer el acuerdo con Drets Socials de la Generalitat a través de un comunicado, reclaman que más recursos económicos y “que la atención al sensellarismo en Badalona sea una apuesta municipal, con políticas y recursos, y que se trabaje de manera coordinada con las entidades y otras administraciones” y recuerdan que la apuesta de diversas entidades tiene lugar días después de que el cardenal Juan José Omella pidiera a las administraciones y a las entidades ponerse de acuerdo y dialogar para encontrar una solución conjunta a la dramática situación de las personas que llevaban varias noches durmiendo en la calle, en condiciones climáticas adversas y durante las fiestas de Navidad”.
Albiol no quiere "normalizar la ocupación ilegal"
El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, sin embargo, se resiste a dar soluciones para este grupo de inmigrantes porque no quiere “normalizar la ocupación ilegal”, según ha afirmado en una entrevista a El Suplement de Catalunya Ràdio. El alcalde ha defendido la decisión del Ayuntamiento de no ubicar a los desalojados en un equipamiento municipal porque la ciudad “no tiene espacio para acoger a 400 personas” y porque se debería destinar una cantidad presupuestaria “inviable”. Pero también porque “la ocupación ilegal no puede tener premio”. Además, ha calificado de “infierno” la situación que han vivido los dos últimos dos años los vecinos de la zona del B9.
Ola de solidaridad
Las entidades sociales y los propios vecinos y ciudadanos de Badalona y de otros lugares son los que están dando apoyo a estos migrantes. De hecho, la ola de solidaridad que se ha desatado hacia los desalojados del B9 está siendo una de las noticias positivas de esta historia, y durante todo el día han ido llegando vecinos y ciudadanos solidarios que han querido ayudar a estas personas que se encuentran en una situación de desamparo. Ha sido un goteo de gente que durante todo el día ha llevado comida, café, ropa, mantas y alguna tienda de campaña, e incluso algún joven se ha acercado para darles conversación y apoyo anímico. Estas personas han podido comer en condiciones gracias al trabajo de Cuineres per la Pau, que han estado trabajando durante la mañana para preparar una ochenta de comidas para repartir entre los desalojados.