El boom que ha provocado la variante ómicron de la covid ha obligado a los gobiernos de todo el mundo a adoptar nuevas medidas contra el virus. Una de ellas ha sido el retorno al uso de mascarillas tanto en interiores como en exteriores, pero algunos países han ido más allá y han especificado cuáles son las mascarillas que hay que llevar en cada situación. A diferencia de España, donde no hay una normativa al respecto, algunos estados europeos han impuesto el uso de las mascarillas FFP2, ya que protegen cinco veces más que las quirúrgicas.

Por poner algunos ejemplos, Italia ha hecho obligatorio el uso de este tipo de mascarillas en el transporte público, en las aulas y en los espacios cerrados de ocio, Austria lo ha impuesto incluso en exteriores y Francia las utiliza para todos los trabajadores públicos.

Y es que ante una variante tan contagiosa como la que predomina ahora mismo, los estudios son claros: el uso de las FFP2 es el idóneo en cualquier situación. Según las últimas investigaciones de las universidades de Yale y de Stanford, si dos personas llevan puesta esta mascarilla correctamente, el tiempo de contagio puede ser de unas 25 horas, mientras que si se produce la misma situación con dos mascarillas quirúrgicas, estarían infectadas en menos de una hora. Con respecto a las mascarillas de ropa, su eficacia es muy baja. El estudio apunta a que el contagio se produciría en menos de media hora.

TAULA INFO CONTAGIS CAST

¿Qué dice la normativa española?

En estos momentos, en el Estado español tienen que llevar obligatoriamente mascarilla todas las personas de seis años o más tanto al exterior como al interior. Solo hay dos excepciones: cuando se está practicando deporte o si se puede mantener una distancia mínima de un metro y medio con personas no convivientes. Por otra parte, están exentos de no utilizarla las personas que tengan dificultades respiratorias o tengan contraindicado su uso por motivos de salud. En ningún caso, sin embargo, se especifica cuál tiene que ser la mascarilla.

Es por eso que algunos expertos como el físico Àlex Arenas, investigador en sistemas complejos y profesor de la Universitat Rovira i Virgili, ya han pedido a los gobiernos que impongan el uso de las mascarillas FFP2 y faciliten su acceso. Las FFP2 son más caras que las quirúrgicas, entre 1 y 1,5 euros la unidad, porque es un producto más complejo, con un IVA del 21%. La bajada del IVA acordado por el Gobierno el noviembre pasado solo afectó a las mascarillas quirúrgicas, más asequibles, que es del 4%. Ante el elevado coste de este tipo de protección, hay quien pide hasta dos euros. Arenas reclama un nuevo pacto para bajar el precio para que sean más asequibles.

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Arenas no es el único que lo ha pedido. El Consejo General de la Enfermería ha hecho público un comunicado donde considera "primordial" el uso de las mascarillas tipo FFP2 en lugares cerrados y concurridos y reclama que se rebajen los impuestos que las graban.