En las últimas semanas se ha detectado un brote de hepatitis infantil de origen desconocido en varios países del mundo. El repunte de esta enfermedad se ha producido especialmente en el Reino Unido, donde se están investigando decenas de casos, pero también ha llegado a nuestra casa. De momento, en Catalunya los pacientes se pueden contar con los dedos de una mano y, aunque los expertos piden no generar alarma social, son muchos los esfuerzos científicos que se están dedicando a encontrar el porqué de este brote. Te explicamos todo lo que se sabe hasta ahora.

¿Qué causa la hepatitis infantil?

La respuesta no es del todo cierta. Todo apunta que se trata de adenovirus, un tipo de infección que se transmite por vía digestiva, por contacto directo o por respiración y que presenta una doble cadena de ADN, a diferencia de otros virus como el de la covid que son de ARN. El problema es que se desconoce por qué se producen estos casos graves, ya que ninguno de los pacientes tratados en Gran Bretaña han dado positivo en los virus que desencadenan en la enfermedad (A, B, C, D y E). También está la hipótesis que haya aparecido una nueva cepa de adenovirus con características diferentes de las conocidas hasta ahora o que tenga que ver con alguna toxina. "Podría ser un factor, pero no lo podemos confirmar ni negar porque está todavía bajo investigación, Seguimos buscando posibles agentes infecciosos y monitorizando el brote para ver qué hay detrás", apuntan desde el organismo.

¿Qué tiene que ver la covid con la hepatitis infantil?

Según los mismos expertos, tampoco se puede afirmar si este brote tiene relación con la pandemia del coronavirus. Lo que se sabe a ciencia cierta, dicen, es que no tiene relación con la vacuna de la covid, ya que ninguno de los menores de diez años con casos confirmados habían sido vacunados. Lo que no descartan que haya relación con la infección. Además, el informe añade que puede haber un factor que haya hecho que la enfermedad se haya convertido en grave para los niños: la vulnerabilidad de los niños y niñas después de la pandemia, ya que han sido menos expuestos en cualquier tipo de virus. De momento, sin embargo, los interrogantes en este aspecto continúan abiertos.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis infantil?

El cuadro clínico que presentan los pacientes, la mayoría de entre dos y diez años, es similar a un resfriado común: fiebre, vómitos, malestar general, dolor abdominal y diarrea. Sin embargo, también, en buena parte de los casos, hay más señales como el amarillamiento de los ojos y de la piel (ictericia), la orina oscura, el picor de la piel y la pérdida del apetito. En estos casos, las autoridades sanitarias catalanas recomiendan contactar con el médico de cabecera.

¿Cómo prevenir la hepatitis infantil?

No hay una fórmula mágica, pero si se trata de un adenovirus, se transmite a través del contacto directo entre los niños, por las gotas de saliva que expulsan las personas infectadas cuando topan o estornudan y por restos de materia fecal. Por lo tanto, los expertos recomiendan extremar la higiene de las manos y del entorno de los niños, para evitar el contagio. Así y todo, la hepatitis también puede tener causas toxicológicas, no sólo virales.