El concepto de salud sexual es algo relativamente reciente. A nivel internacional fue incorporado por primera vez en las Naciones Unidas en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo en 1994. Desde entonces, se ha debatido mucho acerca de lo que implica y, a pesar de los tabúes que existen en muchas regiones, se han implementado programas de información en diferentes países para concienciar a la población de la importancia tener una vida sexualmente saludable. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad. Esto se traduce en tener un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.

Para la Asociación Americana de Salud Sexual, ser sexualmente saludable significa: 

  • Comprender que la sexualidad es una parte natural de la vida e involucra más que el comportamiento sexual.
  • Reconocer y respetar los derechos sexuales que todos compartimos.
  • Tener acceso a información, educación y atención de salud sexual.
  • Hacer un esfuerzo para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual y buscar atención y tratamiento cuando sea necesario.
  • Ser capaz de experimentar placer sexual, satisfacción e intimidad cuando se desee. Poder comunicarse sobre salud sexual con otras personas, incluidas parejas sexuales y proveedores de atención médica.

En lo que se refiere al ámbito científico, lo cierto es que los beneficios de llevar una vida sexual saludable han sido objeto de diferentes estudios en todo el mundo a lo largo del tiempo y los resultados siempre han concluido en la importancia de su práctica regular para la salud de las personas.

1. Mejora tu sistema cardiovascular

El sexo es un estupendo ejercicio cardiovascular, tal y como ha quedado reflejado en diferentes estudios como este que se ha llevado a cabo en la Universidad de Quebec. Su práctica regular produce una reducción de la presión arterial, aumenta el gasto calórico, fortalece los músculos, disminuye la probabilidad de sufrir una dolencia cardíaca y mejora la condición física.

2. Fortalece tu sistema inmune

La práctica regular del sexo –una o dos veces a la semana– mejora el sistema inmunológico de las personas. Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Wilkes, en el Reino Unido, concluyó que aquellos que tenían relaciones sexuales frecuentes tenían más inmunoglobulina A (IgA) en su saliva. En cambio, las personas que tuvieron relaciones sexuales poco frecuentes (menos de una vez por semana) presentaron niveles significativamente inferiores de IgA.  La IgA es un anticuerpo que tiene un papel fundamental en la prevención de enfermedades, especialmente en el caso de virus como el del papiloma humano o VPH. 

3. Alivia las migrañas y cefaleas en racimo

La Universidad de Münster, en Alemania, llevó a cabo una investigación en el que encontró evidencias de cómo la actividad sexual puede proporcionar un alivio total o parcial de las migrañas y las cefaleas en racimo –dolores de cabeza en brotes que producen un dolor muy intenso y pueden provocar lagrimeo, párpados caídos y congestión nasal–. Concretamente, de las personas sexualmente activas que participaron en el estudio, el 60 por ciento experimentó una mejoría, el 70 por ciento un alivio de moderado a completo y el 91 por ciento informó que sentía de alivio moderado a completo en los dolores de cabeza en racimo.

4. Ayuda a dormir mejor

Tener un orgasmo antes de ir a la cama te ayuda a conciliar el sueño y mejora notablemente la calidad del mismo. Así quedó reflejado en un estudio que se llevó a cabo en la Universidad Central de Queensland en Australia. Según el doctor que lideró el estudio, Michele Lastella, después de un orgasmo, en el cuerpo humano se produce una masiva liberación de una hormona llamada oxitocina que actúa como un sedante y reduce el tiempo que tardamos en dormirnos.

5. En las personas de más edad, mejora la función cognitiva

El sexo tiene beneficios a todas las edades. La Universidad de Coventry, en el Reino Unido, analizó cómo el sexo tiene una incidencia en la actividad cognitiva de las personas mayores de 50 años, y los resultados fueron muy positivos. La actividad sexual se asoció con puntuaciones más altas en las pruebas de memoria y función ejecutiva. Los participantes, también resultaron menos propensos a sentirse deprimidos y solitarios.