Los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte más común en el mundo y una de las principales causas de discapacidad. Además, pueden provocar demencia. Por eso, un equipo de la Universidad de Tzu Chi de Taiwán decidió investigar el impacto de la alimentación en esta clase de padecimientos y ver si a través de la dieta podían encontrar la manera de reducir la cantidad de accidentes cerebrovasculares.

El estudio ha sido publicado en la revista Neurology y de los resultados de la investigación se desprende que aquellas personas que llevan a cabo una dieta vegetariana rica en frutos secos, verduras y soja pueden tener una menor propensión a sufrir un accidente cerebrovascular que las personas que sigan una dieta que incluya carne y pescado.

La investigación

En el estudio participaron dos grupos de personas de comunidades budistas en Taiwán donde se promueve una dieta vegetariana y se desaconseja fumar y beber alcohol. Aproximadamente el 30% de los participantes en ambos grupos eran vegetarianos. De los vegetarianos, el 25% eran hombres. Los investigadores definieron a los vegetarianos como aquellas personas que no comían carne ni pescado.

Al comienzo del estudio, la edad promedio de todos los participantes era de 50 años y ninguno había experimentado un accidente cerebrovascular. El primer grupo de 5.050 personas fue seguido durante un promedio de seis años. El segundo grupo de 8.302 personas fue seguido durante un promedio de nueve años. Los participantes recibieron exámenes médicos al comienzo del estudio y se les preguntó sobre su dieta.

Los vegetarianos comieron más frutos secos, verduras y soja que los no vegetarianos y consumieron menos lácteos. Ambos grupos consumieron la misma cantidad de huevos y frutas. Los vegetarianos comieron más fibra y proteína vegetal. También ingirieron menos proteínas animales y grasas.

Al final del estudio, los investigadores examinaron una base de datos nacional para determinar la cantidad de accidentes cerebrovasculares que los participantes tuvieron durante el curso del estudio.

En el primer grupo de 5.050 personas, hubo 54 accidentes cerebrovasculares. Para los accidentes cerebrovasculares isquémicos, que son accidentes cerebrovasculares cuando se bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, hubo tres accidentes cerebrovasculares entre 1.424 vegetarianos, un 0,21%. Entre los 3.626 no vegetarianos se dieron 28 accidentes, un 0,77%.

Después de ajustar la edad, el sexo, el tabaquismo y las afecciones de salud, como la presión arterial alta y la diabetes, los investigadores descubrieron que los vegetarianos en este grupo tenían un riesgo 74% menor de accidente cerebrovascular isquémico que los no vegetarianos.

En el segundo grupo de 8.302 personas, hubo 121 problemas cerebrovasculares. Entre los 2.719 vegetarianos hubo 24 accidentes cerebrovasculares, un 0,88%. Mientras que entre los 5.583 no vegetarianos tuvieron lugar 97 accidentes, el 1,73%.

Después de ajustar otros factores, los investigadores encontraron que los vegetarianos en este grupo tenían un riesgo 48% menor de accidente cerebrovascular general que los no vegetarianos, un riesgo 60% menor de accidente cerebrovascular isquémico y un riesgo 65% menor de accidente cerebrovascular hemorrágico.