Los expertos lo tienen claro, las mascarillas son uno de los elementos imprescindibles a la hora de frenar la transmisión de la COVID-19. Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se recomienda a toda la población general su uso, incluido niños y aquellos que padezcan enfermedades respiratorias.

Existe una serie de excepciones, pero solo para aquellos que tengan alguna discapacidad, un trastorno del comportamiento, enfermedad mental o problema de salud que haga incompatible su utilización. Pero en este punto, existe también regulación por parte de las Comunidades Autónomas desde la finalización del estado de alarma.

Chica con mascarilla

Solo hay cuatro excepciones al uso de la mascarilla: alguna discapacidad, un trastorno del comportamiento, enfermedad mental o problema de salud 

Lo cierto es que también hay una cierta confusión acerca de si las personas con enfermedades respiratorias pueden estar exentas de llevarla. Desde la SEPAR apuntan a que en estos casos también es importante llevarlas porque componen un grupo de riesgo importante de desarrollar formas de la COVID-19 graves. Solamente se considerarán de manera conjunta –entre el paciente y el profesional sanitario– aquellas excepciones que justifiquen no llevar la mascarilla por un deterioro importante de función respiratoria. Pero en estos casos la recomendación es que este tipo de personas no acudan a ningún lugar considerado de riesgo ni se expongan a ninguna situación que puede ser potencialmente peligrosa.

Cuestión aparte es también las actividades en las que las mascarillas no son exigibles (como la ingesta de bebidas y alimentos, la práctica del deporte o acudir a playas o piscinas), pero en estos casos también están contempladas y reguladas en las distintas normas autonómicas. En el caso de los niños, todas las comunidades han regulado que esta sea obligatoria en menores a partir de los 6 años, a excepción de Navarra, que establece que sea obligatoria a partir de los 12 años.

Desde la SEPAR insisten en seguir estas recomendaciones y aseguran que las noticias sobre las consecuencias negativas del uso de las mascarillas para la salud respiratoria de la población son falsas y no existen estudios científicos que demuestren tales perjuicios. Por lo tanto, su uso para toda la población general, es la mejor opción para evitar el contagio por COVID-19, junto a las demás medidas preventivas que ha sido detalladas en otras ocasiones y que incluyen la distancia física interpersonal, el lavado de manos frecuente y evitar los espacios cerrados o abiertos concurridos.

Mascarillas azules

Las noticias sobre las contraindicaciones del uso general de las mascarillas son falsas

En cuanto al tipo, se recomiendan las quirúrgicas, las de tela, las FFP1 y FFP2 porque contribuyen a evitar una mayor propagación del coronavirus. Las únicas que han sido objeto de polémica y cuyo uso se ha pedido que se evite son las que tienen válvula, puesto que dejan expulsar el aire sin filtro alguno, y aunque protegen al usuario no así a las personas que están alrededor. Por eso, aunque sean más cómodas porque facilitan mejor la respiración, solo se recomiendan en entornos profesionales.