Una región italiana ha revolucionado el sistema sanitario en plena pandemia mundial, en comparación al resto de Italia. Se trata de la región de Emilia-Romaña, cuya la capital es Bolonia. Allí los responsables políticos adoptaron un enfoque diferente durante la década anterior a la pandemia por la covid. En lugar de concentrar los recursos sanitarios en complejos médicos expansivos, Emilia-Romaña invirtió en una red de proximidad, clínicas y pequeños centros médicos repartidos en sus ciudades y pueblos.

Según explica el rotativo norteamericano Politico, en esta región italiana el primer centro médico de proximidad fue inaugurado en la ciudad de Forlimpopoli. Estos pequeños centros médicos se llaman "case della salute", en castellano 'casas de la salud'. Un edificio público sin ningún rasgo externo diferente que fue construido en Italia después de la Segunda Guerra Mundial. En las puertas de este centro se puede encontrar diariamente a gente sentada en los bancos del exterior esperando sus resultados médicos.

Casas de salud

Estas casas de la salud sirven como el primer punto de contacto del sistema sanitario con la población, así ofreciendo atención regular de un equipo de médicos generales, especialistas y enfermeros. Sólo los casos más graves que requieren curas intensivas o tecnología más avanzada se derivan a los hospitales. Estos centros médicos de proximidad ofrecen la posibilidad de revisiones frecuentes y una atención más personalizada. Eso evita que se colapsen las salas de espera de urgencias y las camas hospitalarias.

La red de clínicas de la región de Emilia-Romaña no se creó en previsión de una pandemia, pues entonces nadie se lo podía esperar, pero ha resultado ser la adecuada para los retos que ha planteado el coronavirus. Como hemos visto en Catalunya, y en España, la covid ha hecho que se colapsen los hospitales.

En la casa de la salud de Forlimpopoli se ofrece a los médicos un sitio para encontrarse para tomar decisiones a medida que el coronavirus ha ido mutando. Los pacientes que estaban más enfermos tenían unas camas donde se les podía ir haciendo un control exhaustivo y los casos más críticos se los trasladaba al hospital más próximo.

Catalunya

Mientras tanto, en Catalunya la sexta ola impacta de lleno en los hospitales catalanes y también en la atención primaria, que sufre una gran presión asistencial. Después de semanas fulminando récords de contagios, la fuerza de la ola más contagiosa tensa el sistema sanitario catalán. Aunque la variante ómicron tiene síntomas más leves y pocas personas la desarrollan de forma grave, la gran cantidad de contagios hace que las pocas personas graves se conviertan en centenares.

Por ahora, concretamente, hay 2.118 pacientes ingresados en hospitales de Catalunya por culpa de la covid, 141 más que en la jornada anterior. En las últimas horas, también ha aumentado la ocupación de las UCI, pero sólo con un nuevo paciente. Este pequeño cambio, sin embargo, hace que el número de pacientes en curas intensivas sea de 500.

Imagen principal de la vista aérea de la capital de la región Emilia-Romaña, Bolonia.