Un estudio publicado recientemente en la revista Frontiers in Human Neuroscience sugiere que atacar una región de la corteza prefrontal con un ultrasonido focalizado transcraneal (tFUS), una nueva técnica de ultrasonido, puede elevar temporalmente el estado de ánimo.

Los hallazgos podrían abrir la puerta a nuevas técnicas para mejorar el ánimo de las personas y apoyar una mayor investigación sobre la conciencia.

Técnicas de ultrasonido

tFUS es una técnica en desarrollo que permite a los investigadores afectar el patrón de las ondas cerebrales de una persona. Influir en las ondas cerebrales de esta manera puede generar diferentes efectos cognitivos.

También hay otras técnicas para cambiar las ondas cerebrales, entre las que están la estimulación magnética transcraneal y la estimulación de corriente continua transcraneal. Pero tFUS tiene una serie de ventajas sobre estos métodos, principalmente porque permite que un investigador acceda a partes más profundas del cerebro de un individuo con más precisión.

Ya experimentos anteriores en animales han demostrado que tFUS modula la actividad neuronal. Además, los estudios en humanos han revelado que altera temporalmente la actividad en varias partes del cerebro. Una posible aplicación clínica de tFUS es el tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Los autores del estudio querían ver qué efecto tendría tFUS en una parte del cerebro asociada con el estado de ánimo y otras respuestas afectivas: la circunvolución frontal inferior derecha (rIFG).

Hombre contento

Medición del estado de ánimo y las ondas cerebrales

Para hacerlo, los investigadores realizaron dos experimentos en voluntarios sanos. El primero analizó los efectos de tFUS en el estado de ánimo. El segundo experimento también analizó el estado de ánimo, pero además midió los efectos de tFUS en la actividad cerebral relacionada con la emoción y la regulación del estado de ánimo.

Para el primer experimento, el equipo reclutó a 51 voluntarios, incluidas 27 mujeres y 24 hombres, con una edad media de 19,7 años. Los investigadores los dividieron en dos grupos. El primer grupo recibió 30 segundos de tFUS dirigido a la rIFG, mientras que el segundo actuó como un grupo placebo. El experimento se realizó para que ni los participantes ni los investigadores pudieran saber quién recibió tFUS y quién recibió el placebo.

El equipo informó a los participantes que el objetivo del estudio era observar los efectos de tFUS en el estado de ánimo, pero no les dijeron si la técnica probablemente los haría sentir mejor o peor. Se pidió a los voluntarios que completaran encuestas de estado de ánimo, antes del experimento y 10, 20 y 30 minutos después.

Los investigadores encontraron que los participantes que habían recibido tFUS informaron un aumento en su estado de ánimo 20 y 30 minutos después del ultrasonido.

Para el segundo experimento, el equipo reclutó a nueve voluntarios, cuatro mujeres y cinco hombres, con una edad media de 19,2 años. Cada uno recibió el tratamiento con tFUS, pero antes y después, su actividad cerebral se midió mediante resonancia magnética funcional. Los participantes también completaron las encuestas de humor.

El equipo determinó que el tratamiento con tFUS había alterado las ondas cerebrales en las regiones del cerebro asociadas con el estado de ánimo. El ultrasonido había frenado la actividad del cerebro.

Como en el primer experimento, los participantes en el segundo experimento informaron un aumento en el estado de ánimo después de la ecografía.

Sonriente

Investigación futura

El estudio llevado a cabo es significativo porque demuestra que tFUS puede afectar el estado de ánimo de una persona sana, mientras que la investigación previa se centró en personas con afecciones neurológicas o psiquiátricas existentes.

Sin embargo, los mecanismos precisos de cómo y por qué los cambios en las ondas cerebrales de una persona afectan su estado de ánimo aún no se han revelado. Como reconocen los autores, “los mecanismos por los cuales tFUS afecta la actividad neuronal siguen siendo desconocidos, y se necesita más investigación”.