Era un compromiso que se había ido alargando, pero finalmente, el Gobierno ha aprobado un nuevo baremo de discapacidad, que supone una serie de cambios y que prioriza los casos más graves. El Consejo de Ministros ha dado luz verde a esta remodelación, que destaca por el hecho de mejorar la valoración y la calificación del grado de discapacidad, y al mismo tiempo, fija un trámite de urgencia, que hasta ahora no existía, por causas humanitarias y de especial necesidad social o de salud y de esperanza de vida. Por ejemplo, eso afectará a las personas que sufren enfermedades raras, ELA o hayan sido víctimas de violencia machista. Estas mujeres se incluyen por el hecho que del total de las víctimas, uno 17,5 segundos los estudios, sufren algún tipo de discapacidad derivado de la violencia que han sufrido.

Nuevos criterios y más acompañamiento

Desde hace años, los más de 4 millones de personas que sufren algún tipo de discapacidad en España, de diferente grado entre ellas, pedían este cambio, que ahora han aplaudido. Por ejemplo, la asociación Llena Inclusión, ha celebrado que se trata de un "plano con medidas dirigidas a las personas con discapacidad y a sus familias". El ministerio de Derechos Sociales, dirigido por la secretaría general de Podemos Ione Belarra, propuso en el consejo de ministros de este martes este real decreto, que quedó aprobado, y en lo que se establece un nuevo procedimiento por el reconocimiento, declaración y clasificación del grado de discapacidad. Este servirá para sustituir el que estaba vigente desde 1999, y que en muchos sentidos se había quedado obsoleto. Por eso, desde las asociaciones de personas con discapacidad habían pedido que este fuera mejorado, tal como ha aprobado ahora el Gobierno. Sin embargo, ¿qué cambios introduce?

Con este nuevo baremo establece, según detallan desde Derechos Sociales, criterios objetivos para la calificación del grado de discapacidad, que depende de cada persona. Eso supone poder agilizar y flexibilizar los trámites, que también se podrán hacer telemáticamente y asegurando la accesibilidad de todo el mundo en el conjunto del proceso. Además, permitirá que las personas puedan ir acompañadas por alguien próximo y de confianza: eso favorecerá en la autonomía y seguridad de aquellas personas que tienen una diversidad funcional severa o necesitan apoyo en todo momento, aunque y que hasta ahora no podían ir acompañadas. Así, sus valoraciones se ajustan al modelo social que propone la Convención Internacional sobre los Derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas y su enfoque sobre los derechos humanos.

Un nuevo enfoque y más información

El baremo que estaba vigente desde hace 23 años se había quedado, según las asociaciones de personas afectadas, antiguo y desfasado en muchos sentidos, ya que su visión sobre el concepto de discapacidad giraba solo en torno a la perspectiva médica, es decir, si las personas tenían algún problema cognitivo o físico. Ahora, el nuevo baremo incorpora una visión más global y psicosocial, como el hecho de que la persona pueda tener barreras físicas, sensoriales o de comprensión a su alrededor.

Uno de los puntos que más destacan entre todos los cambios es el hecho que ahora, los menores que sufran discapacidad tendrán garantizado el derecho de ser informados y escuchados, cuando hasta ahora les ha infantilizado. Asimismo, a aquellas personas con un grado más alto también participarán de los procesos y se les preguntará cuáles son sus necesidades y cómo les afecta a la vida cotidiana. Con el anterior baremo, no era una obligación informar este tipo de pacientes.