Según explica la Organización Mundial de la Salud, la ansiedad es una enfermedad caracterizada por las manifestaciones subjetivas y fisiológicas del temor. En los trastornos de ansiedad, los individuos experimentan aprensión, pero, en contraposición al temor, se desconoce el origen del peligro. Se manifiesta con sudoración, tiritonas, mareos, palpitaciones, taquicardia, temblores, molestias gastrointestinales, diarrea y frecuencia urinaria aumentada.

En los casos en los que es generalizada y persiste durante meses sin estar restringida a ninguna circunstancia ambiental en particular, entonces se usa el término trastorno de ansiedad generalizada. Normalmente se manifiesta mediante la sensación de sentirse constantemente nervioso, con temblores, tensión muscular, sudoración, cefalea ligera, palpitaciones, mareos y molestias gástricas.

Ansiedad

Este trastorno se suele producir antes de los 25 años y, sobre todo, afecta a las mujeres. En los países occidentales la tasa de prevalencia anual es de aproximadamente el 3%, aunque con tendencia al alza en los últimos años.

Generalmente, cuando se presentan estos casos, se prescriben las benzodeazepinas,  un grupo de compuestos de estructura similar que reducen la ansiedad cuando se administran a dosis bajas e inducen el sueño a dosis mayores. Están indicadas para tratar la ansiedad o el insomnio grave, discapacitante y que causa angustia extrema.

Los resultados son positivos, pero el problema reside en que su consumo está asociado a síntomas de dependencia y síndrome de abstinencia, por lo que se recomienda tomar una dosis eficaz mínima durante el menor tiempo posible. ¿pero cuánto tiempo ha de pasar hasta que se convierte en una adicción? Pues según los expertos, el máximo es 4 semanas. A partir de entonces, se aconseja cambiar el tratamiento y optar por otras vías para tratar la ansiedad o el insomnio.

Las benzodiazepinas más comunes son el alprazolam, lorazepam, oxazepam, temazepam y triazolam. Los que tienen un efecto mas extenso en el tiempo son  el diazepam, clordiazepóxido, flurazepam y nitrazepam. A día de hoy, el diazepam es el medicamento esencial para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño, porque el equilibrio entre eficacia y seguridad es el más adecuado.

Manos

El diazepam puede administrarse en dosis orales de 2 mg de una a tres veces al día hasta aumentar a dosis orales de 5-10 mg dos veces al día. Generalmente se recomiendan dosis inferiores para los niños y adolescentes. Cuando se toma, no es aconsejable conducir porque produce somnolencia, sedación y debilidad muscular. Con menor frecuencia vértigo, cefalea, confusión o depresión y amnesia. Y tampoco se puede mezclar con alcohol, porque los efectos sedantes aumentan entre un 20 y un 30%, ni durante el embarazo, porque su uso en el primer trimestre está relacionado con malformaciones genéticas en los lactantes.

Eso sí, cuando se deja se ha de hacer de forma gradual, porque si se procede a abandonarlo de forma repentina puede causar un síndrome caracterizado por ansiedad, depresión y deterioro de la concentración. Por esta razón, siempre se tiene que llevar a cabo este proceso bajo la indicación de un médico.