Son cinco los sentidos que tenemos pero no a todos les damos la misma importancia. Y, sin duda alguna, uno de los que más valoramos es el de la vista. Gracias a lo que vemos a través de los ojos somos capaces de realizar muchas de las tareas diarias, ya sean de trabajo o de ocio. Por eso mantener la vista con la mejor salud posible debería ser siempre uno de nuestros objetivos en los referente al cuidado de la salud.

Cada año, en el mundo, millones de personas sufren problemas oculares de muy distinta índole. Aunque algunos de ellos son inevitables, otros afortunadamente depende en cierta medida de que seamos capaces de seguir una serie de buenas prácticas para que no ocurran o para retrasar su llegada. Por eso a continuación vamos a ver algunos consejos para tratar de tener la mejor vista posible.

Ojo

Revisiones regulares

 

Al igual que sucede con el dentista, todos deberíamos acudir al oftalmólogo con regularidad. Muchas veces puede darnos la sensación de que todo va bien y que no hay necesidad alguna para visitar al oculista pero la realidad dice que en ocasiones, el especialista es capaz de detectar problemas que aún no hemos notado nosotros mismos.

No se trata solo de saber si necesitamos gafas o lentillas, sino que en la buena salud de la vista pueden incidir numerosas patologías que solo pueden detectarse por medio de un examen médico.

Acudir una vez al año o, como mucho, cada dos años al oftalmólogo es una costumbre que deberíamos adoptar todos pero especialmente en el caso de los niños y de las personas mayores de 60 años.

Alimentos para una mejor visión

 

Todos hemos escuchado siempre que las zanahorias son buenas para la vista, pero es que además de ellas, hay más alimentos que favorecen una buena salud ocular.

Entre ellas está la de adoptar una dieta rica en verduras y frutas. Por ejemplo, las espinacas y la col rizada contiene luteína y zexantina, dos antioxidantes que permiten prevenir la formación de cataratas. Asimismo, las uvas son un excelente aporte para la protección de la retina ante el estrés oxidativo.

También el pescado azul, gracias a su riqueza en ácidos grasos omega 3, ayudan a mejorar la inflamación de la superficie ocular y la irritación que se produce cuando existen problemas de sequedad ocular.

Las gafas de sol

 

Aunque se utilizan como un complemento más en el vestir, las gafas de sol son sobre todo una excelente y necesaria protección para los ojos ante los rayos ultravioleta que emite el sol. Por eso a la hora de comprar unas gafas de sol es mucho más importante la calidad de sus lentes que el estilo de las mismas.

Los oftalmólogos recomiendan compras gafas de solo que bloqueen al menos un 99% de la radiación UVA y UVB. Menos que eso es peligroso.

El peso corporal

 

La obesidad y el sobrepeso son dos situaciones que incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes u otros trastornos que pueden acabar llevando a una pérdida de visión. Además, nunca es tarde para corregir el exceso de peso por medio del ejercicio físico y una dieta saludable. Cuanto antes se haga, menor riesgo ocular existirá.

Un estudio norteamericano reveló que las personas que son físicamente activas, tienen un riesgo un 73% menor de sufrir un glaucoma respecto a las personas de vida sedentaria.

 

El descanso de la vista

 

En un tiempo, como el que nos ha tocado vivir, en el que las pantallas están presentes constantemente (televisores, móviles, tablets, ordenadores…) parpadeamos menos de lo que debiéramos. Por esta razón terminados los días con los ojos cansados frecuentemente.

De ahí que aplicar la regla del 20/20/20 sea muy pertinente. Consiste en que por cada 20 minutos que se pasen mirando una pantalla, se cambie a la mirada a otro objeto que esté a 20 pasos de distancia de uno mismo durante 20 segundos.

Los científicos calculan que debido a la enorme proliferación de pantallas existente, para el año 2050 la mitad de los habitantes de la Tierra será miope.