Aproximadamente el 20% de las personas que acuden al médico por problemas de sueño lo hacen debido a un trastorno que se denomina la somnolencia excesiva diurna, que afecta a entre el 4 y el 9% de la población adulta. Casi la mitad de ellos ha sufrido accidentes de circulación, algunos, muy graves, lo que pone de evidencia la importancia que tiene para la vida de muchas personas.

En primer lugar, hay que señalar que la somnolencia es un estado fisiológico básico al igual que ocurre con el hambre o la sed y que constituye una necesidad esencial que ha permitido sobrevivir a los seres vivos a lo largo de la historia. Pero cuando se produce de forma constante e intensa puede dificultar enormemente la vida de las personas. Las causas tienen que ver con el número de horas de sueño nocturno y con su calidad.

Sueño desnudo

La aparición de somnolencia en momentos inapropiados puede considerarse un fenómeno patológico, derivado de una alteración médica y que se debe al mal sueño, bien sea porque se ha dormido pocas horas o porque las horas dormidas son de mala calidad. Generalmente en estos casos se produce la somnolencia cuando hay una ausencia de estímulos externos, que normalmente sirven para mantenernos en vigilia.

Las causas que puede provocar esta patología son variadas y generalmente están relacionadas con la presencia de otros trastornos como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, el insomnio o cuando se producen cambios severos en los horarios de sueño de una persona. Es el caso por ejemplo de aquellos que trabajan en los llamados “correturnos”, es decir que tienen que ir cambiando su horario de trabajo de mañana, tarde y noche de forma continua. Las consecuencias para la salud son importantes.
El principal problema de la somnolencia durante el día es que puede llegar a ser muy intensa y ocasionar graves problemas que interfieren en las relaciones laborales y familiares. En este sentido, es necesario acudir a un especialista, se tenga la edad que se tenga. De hecho, en pacientes más jóvenes, la presencia de esta patología está relacionada con un mayor índice de fracaso escolar y con trastornos de conducta.

Aunque sin duda, uno de los problemas más graves es el hecho de que incrementa notablemente el riesgo de sufrir accidentes de tráfico y laborales. De hecho, los accidentes de tráfico debidos a fatiga, cansancio o sueño, son más abundantes en las horas de máxima somnolencia (entre las 2 y 6 de la madrugada y entre las 2 y 4 de la tarde). Hasta el punto de que, según un estudio realizado en el año 1986 en el Reino Unido, el 27 % de los accidentes de tráfico ocurridos eran debidos a sueño o fatiga excesivos, y que de estos, el 87 por ciento eran mortales. Pero no sólo eso. También provoca un gran número de accidentes laborales y una pérdida de productividad.

Sueño

Los factores de riesgo más importantes de la presencia de esta patología son la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol. En este sentido, lo más aconsejable es acudir a un especialista para que determine cuál es exactamente la causa de la somnolencia excesiva diurna y prescriba el tratamiento adecuado para evitar la aparición de problemas de salud más graves derivados de esta falta de un sueño reparador.