Se trata de uno de los problemas de la sociedad occidental a los que menos atención se suele prestar en el día a día. El sentimiento de soledad que sufre una parte importante de los mayores sí está, en cambio, en el radar de algunos grupos de investigadores. Al otro lado del charco, los estadounidenses están reportando cada vez más sentimientos de soledad.

Sin embargo, en un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Chicago no encontraron evidencia de que los adultos mayores estén más solos que sus iguales de una década antes. Lo que sí es cierto es que cada vez más aumenta el número de personas que entran en la tercera edad, con miembros de la generación del llamado baby boom alcanzando los 65 años. De hecho, según el censo norteamericano, unas 10.000 personas de esa generación llegan a esta edad cada día en los Estados Unidos. Unas cifras que se estima que continúen en esa línea durante toda la próxima década.

En otro estudio, un equipo de investigadores holandeses descubrieron que los mayores de los Países Bajos que sentían que tenían más control y podían manejar mejor sus vidas tenían menos probabilidades de sentirse caer en un sentimiento de soledad. Tanto el estudio norteamericano como el holandés han sido publicados en la revista especializada Psychology and Aging.

Señor mayor

La investigación norteamericana

 

Para el estudio de la Universidad de Chicago se utilizaron datos del Proyecto Nacional de Vida Social, Salud y Envejecimiento y el Estudio de Salud y Jubilación. Ambas son encuestas nacionales realizadas a mayores y con las que se compararon tres grupos de adultos estadounidenses nacidos en diferentes períodos del siglo XX.

Analizaron datos de miles de personas nacidas entre 1920 y 1947 y entre 1948 y 1965. Se examinaron los niveles de soledad, el nivel educativo, la salud general, el estado civil y el número de familiares, parientes y amigos de los participantes con los que se sentían cercanos.

Los investigadores encontraron que la soledad disminuyó entre las edades de 50 y 74 años, pero aumentó después de los 75 años. También encontraron que no había diferencia en la soledad entre los baby boomers y los adultos de edades similares de generaciones anteriores.

El estudio holandés

 

En el trabajo de los Países Bajos utilizaron datos del Estudio de Envejecimiento Longitudinal de Amsterdam, que es un estudio a largo plazo que pone el acento en lo social, lo físico, lo cognitivo y el funcionamiento emocional de 4.880 adultos mayores nacidos entre 1908 y 1957.

El estudio midió la soledad de las personas, el control sobre las situaciones y la vida en general, y el logro de objetivos. Los investigadores descubrieron que los mayores que se sentían más en control y, por lo tanto, manejaban bien ciertos aspectos de sus vidas, como mantener una actitud positiva y establecer objetivos, como ir al gimnasio, sentían menos la soledad.

Respecto a si existen más mayores que sufren la soledad hoy en día respecto a tiempos pasados pero recientes, distintos expertos coinciden en que probablemente no sea así salvo porque el número de personas de la tercera edad crece cada día.

Pero en todo caso, no deja de ser preocupante que un 30 por ciento de los mayores sientan esa soledad como una losa en su día a día. Con el agravante de que quienes se sienten solos tienen una esperanza de vida menor y es más fácil que caigan en el consumo de sustancias como el alcohol o las drogas y que sean presas de un demencia en mayor medida.

Señora mayor

Posibles soluciones

 

No resulta ninguna idea novedosa afirmar que la soledad en la tercera edad se ve incrementada por varios factores y las tendencias sociales cambiantes, como un aumento en la tasa de divorcios en la mediana edad, la pérdida de un cónyuge o un amigo cercano y el aumento de las enfermedades crónicas con la edad. Como tampoco se descubre nada cuando se dice que los mayores con mejor salud tienen más probabilidades de mantener relaciones sociales. Pero en lo que sí coinciden cada vez más especialistas es en los claros beneficios para combatir la soledad que reporta el voluntariado y relacionarse a otras personas mayores a través de organizaciones sociales, políticas o religiosas.

Las investigaciones de los expertos llevan a afirmar que el voluntariado mejora el apoyo social, la autoestima, la satisfacción respecto a la vida y consigue alcanzar tasas de mortalidad más bajas.

Asimismo, se recomienda a los mayores que traten de introducirse en el mundo de la tecnología, a través de los móviles, las tabletas y los ordenadores. El uso de los chats de vídeo con otras personas, las redes sociales y el correo electrónico se han destapado como vías para disminuir la sensación de soledad.