La meningitis es inflamación de las meninges, que son las membranas que protegen el cerebro y la médula espinal. Normalmente se produce como resultado de una infección causada por un virus o bacteria y puede afectar al cuerpo de diferentes formas, algunas de forma inmediata como la fiebre o la rigidez en el cuello, y otras tiempo después de que la infección haya desaparecido.

Con un tratamiento adecuado, los enfermos pueden recuperarse con normalidad, pero lo cierto es que puede ser una patología muy grave que cause efectos de por vida. Por eso es importante estar atentos a los síntomas que puedan aparecer los primeros días. Los más comunes que deben ponernos en alerta son los siguientes.

Estreptococo meningitis

Dolor de cabeza intenso

La inflamación que produce la infección cerca del cerebro y la médula espinal puede provocar un dolor fuerte de cabeza, que puede confundirse con una migraña, por lo que hay que prestar atención por si se producen otros síntomas.

Fiebre repentina

La fiebre es el resultado de la defensa del cuerpo ante una infección por un virus o una bacteria. En el caso de la meningitis, suele ser muy alta, tanto al comienzo de la enfermedad como posteriormente.

Confusión

La inflamación de las meninges puede causar confusión y cambios en el comportamiento. En algunos casos, también puede afectar a la memoria y la concentración. En el caso de los niños, se suelen presentar problemas de aprendizaje que antes no existían.

Rigidez en el cuello

Uno de los síntomas más clásicos de la meningitis, sobre todo presente en caso de los bebés y los niños, es el de que no les permite inclinar la cabeza hacia adelante. En los adultos también puede presentarse durante la fase aguda de la infección.

Somnolencia

Si se presenta un sueño excesivo o cuesta mucho despertarse, podemos estar ante otro síntoma de la enfermedad, porque al verse afectado el estado de alerta del cerebro, se dificulta la capacidad de una persona para permanecer despierta. 

Fatiga extrema

A medida que el cuerpo intenta combatir la infección, una persona con meningitis puede sentirse con muy poca energía y un cansancio extremo.

Fontanela abultada

La fontanela de los bebés es un área de la cabeza en la que los huesos del cráneo aún no se han fusionado del todo. La más grande está en la parte superior de la cabeza y, aunque blanda, debe sentirse firme. Si de repente parece estar abultada, puede ser un signo de inflamación cerebral o acumulación de líquido, lo que requiere atención médica de emergencia. 

Náuseas y vómitos

El malestar estomacal y los vómitos también pueden ser efectos de la meningitis, lo que acentúa además el cansancio y la pérdida de energía.

Niño hospital

Pérdida de conciencia 

Si la hinchazón y la inflamación ejercen demasiada presión sobre el cerebro, una persona puede desmayarse o perder el conocimiento. 

Convulsiones o epilepsia

De nuevo, la hinchazón o presión cerebral puede interrumpir la función normal del cerebro y provocar una convulsión, lo que ocasionalmente genera una crisis epiléptica.

Pérdida de audición, ceguera, problemas en el habla

Los conductos auditivos, el nervio óptico y los patrones del habla pueden verse afectados por la inflamación de las meninges.

Coma

Si no se acude a un especialista y la enfermedad avanza, se puede llegar a producir un coma que puede acarrear severas complicaciones al enfermo o incluso la muerte.