Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón. Una conmemoración importante si tenemos en cuenta que, tal y como recuerda la Asociación Renal Europea, alrededor de 850 millones de personas en el mundo padecen enfermedad renal crónica. Y la previsión es que en los próximos años las cifras continúen aumentando, principalmente debido al envejecimiento de la población y al incremento de la prevalencia de factores de riesgo como la enfermedad cardiovascular, la diabetes, la hipertensión arterial o la obesidad. 

La mejor forma de evitar estas enfermedades es la prevención. En el caso de los riñones, está unida a la adopción de una serie de hábitos de vida saludable

Los riñones son unos órganos esenciales en nuestro organismo que realizan muchas funciones cruciales, entre las que destacan el mantenimiento del equilibrio global de los líquidos y la regulación de los minerales en la sangre. Además, actúan como filtro de los materiales de desecho de los alimentos, medicamentos y sustancias tóxicas y juegan un papel fundamental en la creación de hormonas que ayudan a producir glóbulos rojos, promueven la salud ósea y regulan la presión arterial.

Existen una serie de síntomas que pueden servirnos de alerta e indicarnos que podemos estar sufriendo algún tipo de patología en el riñón.

  • Aumento o disminución de la micción
  • Sangre en la orina
  • Calambres musculares
  • Hinchazón alrededor de los ojos
  • Hinchazón de pies, tobillos o manos
  • Fatiga
  • Picazón en la piel
  • Dolor de espalda en la zona renal
  • Fatiga

Si se presentan estos síntomas de forma reiterada, nos recuerdan desde la Asociación Renal Europea, es aconsejable acudir a un especialista. Además de la enfermedad renal crónica, que consiste en una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales, existen otras patologías que afectan a este órgano, como la insuficiencia renal los cálculos renales, la nefritis aguda, los quistes renales o la pielonefritis, una infección del tracto urinario que afecta a los riñones.

Como suele ocurrir, la mejor forma de evitar estas enfermedades es la prevención. En el caso de los riñones, está unida a la adopción de una serie de hábitos de vida saludable.

1. Llevar una alimentación saludable y no abusar de la sal

Seguir una alimentación rica en verduras y frutas evitando los alimentos procesados, que suelen ser muy ricos en sal, es el mejor consejo para cuidar tus riñones.

plato ensalada comida - pixabay

2. Evitar el sobrepeso y la obesidad

Estas dos patologías están asociadas a un mayor incremento de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes, que incrementa las posibilidades de desarrollar una enfermedad en el riñón.

3. Practicar ejercicio de forma regular

Basta con 30 minutos al día: andar, bicicleta o natación.

ejercicio - pixabay

4. Mantenerse hidratado

La ingesta de agua ayuda a los riñones a cumplir una de sus funciones más importantes, la eliminación de toxinas.

5. No abusar del consumo de medicamentos

Hay que evitar la automedicación y ceñirse a los tratamientos que los especialistas indiquen. Abusar de ciertos medicamentos de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroides, puede causar daño renal con el tiempo.

medicaments - pixabay

6. Controlar la tensión arterial y el nivel de azúcar en sangre

Son dos de las principales causas que incrementan las posibilidades de desarrollar la enfermedad renal crónica. 

7. Seguir un control médico en caso de formar parte de un grupo de riesgo

En el caso de padecer obesidad, diabetes o cualquier tipo de patología cardiovascular el control debe se más exhaustivo.