La depresión es una de las enfermedades con más incidencia en nuestros tiempos. Según la OMS, afecta a unos 300 millones de personas en todo el mundo, pero falta por valorar el impacto de la pandemia en nuestras vidas, con lo que las cifras son mucho mayores. Las implicaciones en el día a día de una persona que lo sufre son importantes, alterando muchos factores en su vida. Algunos de ellos insospechados. Es el caso de los riñones.

Un equipo de científicos de la Universidad Médica del Sur en China ha llevado a cabo el estudio Depressive symptons linked to rapid kidney function decline (Síntomas depresivos unidos a una rápida caída de la función renal), en el que se ha analizado el caso de un grupo de adultos con función renal normal. Aquellos que tenían síntomas depresivos frecuentes eran más propensos a experimentar posteriormente una rápida disminución de la función renal.

Investigaciones anteriores ya habían encontrado un vínculo entre los síntomas depresivos y el rápido deterioro de la función renal en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC). Para buscar un vínculo potencial en adultos con función renal normal también, el equipo de investigadores, dirigido por Xianhui Qin, del Hospital Nanfang, realizó un seguimiento a un total de 4.763 personas con riñones sanos.

Al comienzo del estudio, el 39% de los participantes presentaba síntomas depresivos elevados y, durante una media de seguimiento de 4 años, 260 participantes (el 6%) experimentaron un rápido deterioro de la función renal.

Hubo una asociación significativa entre los síntomas depresivos al inicio del estudio y la rápida disminución de la función renal durante el seguimiento. Los participantes con síntomas depresivos frecuentes tenían 1,4 veces más probabilidades de experimentar una disminución rápida de la función renal que los participantes con síntomas depresivos poco frecuentes, después de los ajustes.

Trabajador deprimidoLa presencia de síntomas depresivos predisponen de forma destacada a tener problemas renales

La ERC es un factor de riesgo principal para las enfermedades cardiovasculares, la insuficiencia renal y la mortalidad en todo el mundo. Por lo tanto, la identificación de factores de riesgo más modificables puede reducir posiblemente la enorme carga de la ERC y sus complicaciones relacionadas al llevar a la detección y prevención tempranas”, asegura el Dr. Qin.

“Nuestro estudio demuestra que los síntomas depresivos altos se asocian significativamente con una disminución rápida de la función renal entre los adultos chinos con función renal normal”, añade el Qin.

Si se confirman más investigaciones al respecto, se puede consolidar esta evidencia, y se pueden realizar seguimiento para la detección de síntomas depresivos y de esta forma llevar a cabo las intervenciones psicosociales necesarias para mejorar la prevención de la enfermedad renal crónica. Una perspectiva diferente pero que puede ser muy útil para prevenir otro tipo de trastornos en el futuro.