En los últimos días la epidemia se ha extendido, ha saltado a otros países y va camino de convertirse en una amenaza global. El coronavirus originado en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, ha hecho saltar todas las alarmas ante la rápida expansión que está experimentando. Aunque es cierto que buena parte de los enfermos siguen siendo habitantes de las diferentes regiones chinas, el hecho de que ya se hayan confirmado nuevos casos en Tailandia, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos ha provocado que las autoridades de todo el mundo se hayan puesto alerta ante la propagación del virus.

Las organizaciones sanitarias mundiales están pudiendo comprobar que su propagación y capacidad de contagio va más allá de lo que se pensaba en un principio. De hecho en China ya hay varias ciudades en cuarentena por el coronavirus y el país ha entrado en un estado de excepción en el que incluso se ha desaconsejado viajar fuera de Wuhan, el lugar donde comenzó el foco.

Coronavirus

El problema es que este virus pertenece a una nueva cepa que no se había descubierto antes en las personas, por lo que existe una cierta desinformación acerca de su desarrollo y capacidad de reproducirse. En principio, todos aquellos que presenten un cuadro de fiebre, dificultad para respirar, tos y dolor muscular y hayan estado en riesgo de poder padecer la enfermedad, deberían acudir cuanto antes a un médico.

Según la OMS, al comienzo parece un simple resfriado, pero su evolución es más negativa, de hecho ya se le conoce como la neumonía de Wuhan. Si no se acude rápidamente, puede tener consecuencias muy negativas para la salud de las personas. Aun a pesar de eso, según los médicos, este nuevo virus descubierto no parece revestir tanta gravedad como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que tuvo lugar en 2002 y que mató a 774 personas en todo el mundo.

Tal y como se ha informado ya, el virus se originó en un mercado de mariscos de Wuhan. En diciembre de 2019 se detectaron los primeros casos. La investigación tiene que proseguir, pero todo parece tener su origen en la presencia de animales salvajes que no debieron pasar los controles oportunos. A partir de ahí, no se sabe cómo o cuándo, el virus pasó a las personas, pudiéndose transmitir entre ellas.

Chinos aeropuerto

Ahora, el gran miedo es que el virus pueda propagarse aún más porque, con motivo del Año Nuevo Chino, cientos de millones de personas viajan al país asiático. Por este motivo, se han incrementado los controles en aeropuertos de medio mundo.

Uno de los grandes retos existentes es que no existe vacuna que pueda proteger a las personas, por lo que lo importante es tener en cuenta una serie de medidas de protección, como evitar el contacto cercano con personas que sufren infecciones respiratorias agudas, lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto sin protección con animales de granja o salvajes.