Dormir una siesta podría ser el sueño de la mayoría de los adultos que trabajan y de los padres que duermen a sus hijos con la esperanza de hacerlo ellos mismos. Más aún si nos lo podemos permitir en este tiempo de confinamiento obligatorio.

Aunque los niños pequeños necesitan pasar la mayor parte de sus días dormidos, tomar un sueño al mediodía a medida que nos hacemos mayores, puede no ser tan inocuo como parece.

Conseguir dormir las siete horas de noche como se recomienda a los adultos todos los días parece más un sueño improbable que un objetivo alcanzable. A menudo sufrimos por ello más tarde, confiando en las bebidas con cafeína para ayudarnos a pasar el día para no quedarnos traspuestos en el trabajo, por ejemplo.

Hombre siesta

A pesar de que pueda resultar sorprendente, las siestas causan bastante controversia en la comunidad médica. Para empezar, la necesidad de una siesta podría indicar problemas de salud más grandes. Entre otras cosas, puede significar que no se está durmiendo lo suficiente durante la noche. Pero también puede ser un síntoma de demencia en personas mayores.

Una investigación publicada en 2019 sugiere que dormir es otra cosa que necesitamos hacer con equilibrio, y echarse una siesta varias veces a la semana podría ayudar a evitar incidentes relacionados con problemas cardiovasculares, como un ataque cardíaco.

En un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario de Lausana en Suiza utilizaron datos de 3.462 personas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular inscritas en un estudio de población suizo. Examinaron con qué frecuencia y por cuánto tiempo los participantes tomaban una siesta cada semana y en qué condición se encontraron sus corazones tiempo después.

Durante los siguientes 5 años, los investigadores notaron 155 eventos médicos fatales y no fatales relacionados con el corazón entre esos participantes. Vieron un riesgo significativamente menor de esos eventos en las personas que hicieron una siesta una o dos veces por semana en comparación con las personas que no hicieron ninguna siesta. Además, los investigadores mostraron que no encontraron asociación entre cuánto tiempo duraron esas siestas y los eventos médicos relacionados con el corazón.

Mujer siesta

En otro trabajo científico de la Universidad de Tokio, encontraron 11 estudios que mostraron que las siestas y la salud del corazón parecen seguir una curva en forma de J. Eso significa que los riesgos caen hasta cierto punto, pero que luego se disparan más tarde. Los investigadores declararon que las siestas de menos de 30 minutos son beneficiosas para prevenir las enfermedades coronarias, pero parecen tener un efecto opuesto si las personas duermen más tiempo que eso. Eso no quiere decir que las siestas sean malas para el corazón. Más bien, que la necesidad de hacer una siesta podría significar que está sucediendo algo poco deseable y eso es algo sobre lo que los científicos quieren seguir investigando.