Un nuevo paso hacia el fin de la pandemia. Se trata de la "superinmunidad", el aumento en grande medida de la respuesta inmunitaria a las variantes de la covid-19 mediante los contagios en personas ya vacunadas contra la covid-19, tal como describe un estudio de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (EE. UU.) publicado en la revista Journal of the American Medical Association (Jama) en diciembre de 2021. "No se puede conseguir una respuesta inmunitaria mejor que esta. Las vacunas son muy eficaces contra la enfermedad grave. El estudio sugiere que los individuos que se vacunan y después se exponen a una infección avanzada tienen una superinmunidad", asegura el autor principal de la investigación, el doctor Fikadu Tafesse.

Ahora, un nuevo estudio de la misma universidad publicado este martes en la revista Science Immunology ha revelado más de un camino hacia esta superinmunidad ante la covid-19: no hay ninguna diferencia entre infectarse con coronavirus y después vacunarse o vacunarse y después infectarse. En ambos casos se obtiene una respuesta inmunitaria "muy robusta, sorprendentemente alta". Y es que la respuesta inmunitaria medida en el suero sanguíneo revela que los anticuerpos eran igualmente más abundantes y más eficaces (10 veces más potentes, un 1.000% más eficaces) que la inmunidad generada únicamente por la vacunación.

La inmunidad híbrida

Es verdad que el estudio se llevó a cabo antes de que surgiera ómicron, pero los investigadores esperan que las respuestas inmunitarias híbridas sean similares con esta variante altamente transmisible. "La probabilidad de contraer infecciones es alta porque hay muchos virus a nuestro alrededor en este momento. Así y todo, posicionamos mejor si nos vacunamos. Y si el virus llega, tendremos un caso más leve y acabaremos con esta superinmunidad", asegura a Tafesse.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores reclutaron a 104 trabajadores de la universidad y que ya se habían vacunado: 96 con Pfizer, seis con Moderna y dos con Janssen. Los dividieron en tres grupos: 42 que se habían vacunado sin ninguna infección, 31 que se habían vacunado después de una infección y 31 que se contagiaron después de completar la pauta de vacunación. Teniendo en cuenta la edad, el sexo y el tiempo transcurrido desde la vacunación y la infección, los investigadores tomaron muestras de sangre de cada participante y las expusieron a tres variantes del virus vive del SARS-CoV-2. Descubrieron que los dos grupos con "inmunidad híbrida" generaban niveles más altos de inmunidad en comparación con el grupo vacunado sin infección.

Sin vacuna, inmunidad variable

Como la variante ómicron circula ahora por todo el mundo, estos hallazgos sugieren que cada nuevo avance de la infección acerca potencialmente la pandemia a su fin. "En este punto, espero que muchas personas vacunadas pongan fin a infecciones avanzadas y, por lo tanto, con una forma de inmunidad híbrida", apunta uno de los coautores principales del estudio, el doctor Bill Messer. Con el tiempo, con el virus se tropezará con un grupo cada vez mayor de inmunidad humana.

Los científicos de la universidad afirman que no han probado rondas múltiples de infección natural, aunque es probable que muchas personas se encuentren en esta categoría, ya que millones de personas en los Estados Unidos y en todo el mundo siguen sin vacunarse. Con la propagación de la variante ómicron, es probable que muchas personas no vacunadas que ya estaban infectadas vuelvan a enfrentarse al virus. Para este grupo, las investigaciones anteriores ya habían revelado un nivel de respuesta inmunitaria mucho más variable que la de la vacunación. "Puedo garantizar que esta inmunidad será variable, y que algunas personas obtendrán una inmunidad equivalente a la de la vacunación, pero la mayoría no. Y no hay forma, sin pruebas de laboratorio, de saber a quién alcanza qué inmunidad. La vacunación hace mucho más probable que se garantice una buena respuesta inmunitaria", asegura Messer. Otro de los coautores principales del estudio, el doctor Marcel Curlin, coincide en el hecho de que "la inmunidad de la infección natural por ella misma es variable". "Algunas personas producen una respuesta fuerte y otros no. Sin embargo, la vacunación combinada con la inmunidad a la infección casi siempre proporciona respuestas muy fuertes", añade. "Estos resultados, junto con nuestro trabajo anterior, apuntan al hecho de que el SARS-CoV-2 puede convertirse en una infección endémica mayoritariamente leve, como una infección estacional de las vías respiratorias, en lugar de una pandemia mundial", concluye.