Tras haberse hecho público el triste fallecimiento de Xana, la hija de tan solo nueve años del entrenador y exjugador del FC Barcelona Luis Enrique Martínez, desgraciadamente el osteosarcoma ha salido a la palestra de la actualidad.

Qué es el osteosarcoma

El osteosarcoma es el tipo más común de cáncer de hueso entre niños, adolescentes y jóvenes. Suele darse en los huesos largos del cuerpo, como el húmero, el fémur, la tibia y la pelvis. Asimismo, es en los extremos de los huesos citados donde aparece más frecuentemente —que es donde los huesos crecen activamente—, sobre todo alrededor de las rodillas.

Incidencia infantil

Se trata del cáncer de hueso más frecuente y representa un 35% de los casos de cánceres óseos. En cuanto a su incidencia pediátrica, supone un 3% de los tipos de cáncer que se dan entre los niños, lo que representa que anualmente se diagnostiquen cuatro casos por cada millón de menores. Lo más habitual es que aparezca antes de los 15 años y con mayor prevalencia entre las niñas.

Síntomas del osteosarcoma

Los más frecuentes suelen ser la aparición de dolor en el sitio donde se encuentra el tumor, un incremento del dolor cuando se realiza alguna actividad, el enrojecimiento o la hinchazón de la zona tumoral, la cojera, y la disminución de la movilidad de la extremidad que se encuentra afectada.

Osteosarcoma de tibia   Wikipedia

Cuáles son sus causas

Lo cierto es que la ciencia no ha sido capaz todavía de establecer por qué se produce el osteosarcoma pero sí existe evidencia de que tiene base genética y que puede ser en ocasiones hereditaria. Padecimientos como el retinoblastoma hereditario, el síndrome de Bloom, el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Rothmund-Thomson, la anemia de Diamond-Blackfan, la enfermedad de Paget y el síndrome de Werner podrían tener incidencia en su aparición.

También se conoce que puede surgir debido a las radiaciones ionizantes, producto de tratamientos de radioterapia a los que se haya sometido anteriormente un paciente de cáncer.

El diagnóstico

Son varias las vías por las que la medicina puede realizar un diagnóstico sobre el osteosarcoma. Los rayos X, el escáner óseo, el TAC, la resonancia magnética, análisis de sangre y biopsias del tumor, entre otros.

Tratamientos

Cómo se combate el osteosarcoma depende de numerosos parámetros, tales como la edad del niño, su estado general de salud, su historial médico, la extensión del tumor, la tolerancia del niño a terapias, procedimientos o fármacos, las expectativas del desarrollo de la enfermedad y la preferencia del paciente y sus padres.

En cuanto a las posibilidades para hacer frente al osteosarcoma están la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia, según los casos.

Escenarios tras el tratamiento

Una adulto que haya sido tratado por cáncer óseo siendo niño o adolescente puede desarrollar efectos secundarios tiempo después de que termine su tratamiento. Son los llamados efectos tardíos. El tipo de efectos tardíos que se desarrollan depende de la ubicación del tumor y de la forma en la que se trató.

Algunos tipos de tratamiento pueden afectar posteriormente a la fertilidad de forma permanente y puede darse tanto en mujeres como en hombres.

Tejido del osteosarcoma

El pronóstico y la supervivencia a largo plazo varía mucho de un niño a otro. Cada niño es único, y el tratamiento y el pronóstico se estructuran en torno a las necesidades del niño. La pronta atención médica y la terapia agresiva son importantes para el mejor pronóstico. La atención continua de seguimiento es esencial para un niño diagnosticado con osteosarcoma. Los efectos secundarios de la radiación y la quimioterapia, así como la aparición de tumores, puede darse entre los que han sobrevivido al osteosarcoma.

La esperanza de curación del osteosarcoma ha ido mejorando con el paso de los años, y pese a que depende del tipo y del grado del que se trate, se puede decir que el porcentaje de supervivencia tras un primer diagnóstico se acerca hoy en día a un 70 por ciento.

La posibilidad de la metástasis

Cuando la enfermedad se complica, las células del osteosarcoma pueden extenderse y provocar metástasis en otras partes del cuerpo, siendo los pulmones los órganos más habitualmente afectados, aunque los riñones, el cerebro, el corazón u otros huesos también suelen ser partes del cuerpo hasta los que puede extenderse la propagación de las células cancerosas.