La primavera y el otoño son las estaciones más propicias para la aparición de las alergias, pero no tienen lugar exclusivamente durante ellas. Hay algunas que afectan en cualquier momento del año y conviene saber cuáles son las razones que las causan y cómo poner remedio a las mismas en la medida de lo posible.

Las alergias surgen cuando nuestro sistema inmunitario sufre una reacción ante una sustancia o un alimento que no suele causar problema alguno en la mayoría de la población. El sistema inmunitario produce anticuerpos que identifican a un alérgeno concreto como dañino para el cuerpo, lo sea realmente o no. A partir de ahí, se provoca una reacción en la piel, los senos de la nariz, el aparato digestivo o las vías respiratorias, que se manifiesta mediante una inflamación.

Aunque la mayoría de las alergias no tienen cura como tal, existen tratamientos que ayudar a aliviar o bloquear los síntomas.

La caspa de los animales

Son pequeños trozos de piel muerta que se desprenden de los animales y que pueden estar flotando en el aire o en las superficies. No todos los animales las provocan por igual. Por ejemplo, las alergias a los gatos son el doble de comunes que las alergias a los perros.

Si se convive con una mascota y se sufre alergia a la misma, se pueden tomar determinadas medidas para mitigarla. Bañar al animal con regularidad, aspirar el suelo y los muebles frecuentemente, cambiar las sábanas y las colchas de la cama a menudo, confinar en determinadas estancias a la mascota y prescindir de las alfombras, en la medida de lo posible.

Gato bajo una manta

El moho

El moho es un tipo de hongo que crece en lugares húmedos. El problema es que puede crecer en casi cualquier lugar en las condiciones adecuadas.

Para evitarlo, conviene ventilar e instalar un deshumidificador en las zonas húmedas, mantener despejadas las canaletas u otras áreas de drenaje que circunden el hogar. En caso de necesidad, contratar los servicios de un experto para que elimine la acumulación de moho en zonas difíciles.

Los ácaros del polvo

Son pequeños insectos que viven en el polvo doméstico. Se alimentan de las células de la piel humana y de la humedad del aire. Sus cuerpos, saliva y heces también forman parte del polvo y pueden desencadenar una reacción alérgica.

Para sobrellevar la alergia que causan se recomienda cubrir los colchones y almohadas con fundas de plástico con cremallera, lavar con regularidad la ropa de cama, evitar el uso de alfombras y cortinas y pasar el aspirador frecuentemente (mejor aún si se trata de un aspirador con filtro de aire de partículas de alta eficiencia).

Ácaro

Las cucarachas

Algunos insectos, sobre todo las cucarachas, pueden desencadenar reacciones alérgicas. El problema de los lugares en los que aparecen las cucarachas es que se puede inhalar sus heces, saliva y pequeñas partículas de sus cuerpos. Además, son muy resistentes y complejas de eliminar. Salen adelante en cualquier ambiente aunque prefieren la humedad y los lugares con alimentos disponibles.

Se recomienda no dejar comida a su alcance, cubrir los cabos de basura, limpiar los platos y recoger las migajas de comida lo antes posible, sellar las grietas en paredes y suelo, solventar las fuentes de exceso de humedad, utilizar cebos y trampas para acabar con ellas y disponer siempre a mano de un aerosol para exterminarlas.