El gobierno de los Países Bajos ha decidido este viernes suspender la vacunación de AstraZeneca a menores de 60 años durante los próximos días al registrarse una muerte por coágulo en los pulmones después de inocular una dosis. Además, se han emitido cinco nuevo informes de "efectos secundarios graves en mujeres de entre 26 y 65 años".

El gobierno de este país queda a la espera, pues, que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) concluya su investigación sobre los casos de coagulación sanguínea detectada después de la vacunación, que ahora hace unas semanas hizo saltar las alarmas de la mayoría de países de la Unión Europea y de otros de todo el mundo.

En una carta enviada al Parlamento holandés, el ministro de Sanidad neerlandés, Hugo de Jonge, ha explicado que esta decisión está motivada por los posibles problemas de coagulación sanguínea que podrían estar relacionados con la vacunación con AstraZeneca, un posible efecto secundario que está investigando el comité de seguridad (PRAC) del EMA.

"La pregunta crucial sigue siendo si se trata de quejas posteriores o anteriores a la vacunación. Creo que es muy importante que los casos holandeses también se investiguen de forma adecuada. Tenemos que pecar de prudentes. Es una medida cautelar darle al botón de pausa", ha afirmado De Jonge, que ha subrayado, además, que "no puede haber ninguna duda sobre la seguridad de las vacunas" que se utilicen en los Países Bajos.

Esta decisión podría paralizar unas 10.000 citas fijadas ya para inyecciones con la vacuna británica, según la agencia neerlandesa ANP, aunque los menores de 60 años que sean grupos de riesgo seguirán recibiendo las vacunas de Pfizer y Moderna.

Prudencia a pesar de la Agencia Europea

La Agencia Europea ha reiterado en varias ocasiones que todavía no ve un vínculo directo entre la vacuna de AstraZeneca y los casos de tromboembolismos, aunque no descarta esta posibilidad, y considera que los beneficios que aporta en su vacunación contra la Covid-19, una enfermedad que comporta un riesgo de hospitalización y muerte, supera cualquier posible efecto secundario.

Sin embargo, Alemania decidió el miércoles pasado vacunar con la vacuna de Oxford sólo a las personas mayores de 60 años a causa del riesgo de que los tromboembolismos sean realmente un efecto secundario de la vacunación en personas más jóvenes, mientras que Canadá ha puesto este límite en los 55 años.