Los casos globales de Covid-19 notificados oficialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) han llegado a los 79,2 millones, con 435.000 nuevos contagios correspondientes a la última jornada en todo el mundo. Las muertes ya se elevan a 1,75 millones, con 7.393 registrados por el conjunto de países en las últimas 24 horas.

Por continentes, América ha confirmado hasta el momento 34,4 millones de casos y en Europa han llegado a los 25,2 millones. Entre ambos continentes representan el 75% de contagios a nivel mundial. En cuanto a fallecidos, América acumula 840.000 y Europa cerca de 555.000, lo que supone el 80% de la mortalidad por Covid-19 en el mundo.

Los países más afectados

Por evolución diaria, Estados Unidos es el país con más casos, con 146.000 en un día, mientras que en el Reino Unido la curva ascendente continúa a tal punto que se encuentra en el segundo lugar por aumento de contagios diarios y en el tercero por aumento semanal, con casi 35.000 notificados a la OMS en las últimas 24 horas y un cuarto de millón en los últimos siete días.

En una comparación semanal, Brasil es el segundo país más afectado con 286.000 casos diagnosticados. Si se cuenta sólo el último día, Brasil se sitúa en cuarto lugar, con 23.000 casos, también por detrás de Rusia, con más de 28.000.

La OMS alerta: el coronavirus no será la última pandemia

Ante estos datos, este domingo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido en un vídeo publicado en Twitter que la pandemia de la Covid-19 no será la última de este tipo de crisis. No es la primera vez que la OMS avisa de este peligro, no obstante, esta vez coincide con el día de inicio de la campaña masiva de vacunación contra el coronavirus en Europa, once meses después de que se decretara en Francia el primer contagio europeo.

Según Adhanom, "la historia nos dice que esta no será la última pandemia" y  recalca la necesidad de aprender de esta experiencia. También ha afirmado que una mejor inversión en salud pública por parte de los gobiernos y la sociedad podría asegurar que las generaciones futuras hereden un mundo más seguro, resiliente y sostenible.