La presidenta del gobierno foral, María Chivite, ha anunciado que a partir de este jueves Navarra quedará bajo medidas de confinamiento perimetral y no se permitirá la salida o entrada de personas a la Comunidad durante 15 días, excepto en los casos excepcionales establecidos por obligaciones laborales, servicios esenciales o de urgencia.

Lo ha anunciado en conferencia de prensa, convocada de urgencia, en la que ha reconocido que la "preocupante" situación sanitaria derivada de la Covid-19 ha obligado a tomar esta decisión, pese a que ya se habían ido tomando en las semanas precedentes otras restricciones.

"Se trata de frenar toda la actividad no imprescindible", ha dicho para anunciar, además del confinamiento, el cierre a las 21.00 horas de bares, restaurantes y otros establecimientos deportivos y culturales, así como la restricción de reuniones fuera de la unidad convivencial.

Se espera "una mejora brusca"

"Nos anticipamos a las dos semanas de plazo que nos dimos en las últimas medidas para una mejora brusca y mucho más rápida para preservar el sistema, su capacidad y evitar males mayores", ha subrayado Chivite, para remarcar que el ejecutivo foral no quiere "esperar a que sea tarde".

En cuanto al transporte público, se reduce al 50% la capacidad máxima en el transporte urbano comarcal. Y en el ámbito privado, se restringen las reuniones a la unidad familiar y de convivencia, exceptuando a las personas que viven solas y a las que necesiten de especiales cuidados o atenciones.

Cierre de Burgos y Aranda de Duero

Así, en todo el Estado, más de una treintena de municipios, con 5.637.023 de habitantes en total, empiezan la semana con un confinamiento perimetral, al que desde este lunes se suman Burgos y el municipio "reincidente" de Aranda de Duero, que ya estuvo cerrado en verano, mientras que ya podrán salir de sus poblaciones los vecinos murcianos de Lorca y Jumilla.

Además, a un paso del confinamiento parece estar Logroño, pero la decisión del cierre se tomará más adelante, en función de los resultados de un cribado que se realiza en estos días. Mientras que en Cantabria el gobierno autonómico recomienda el autoconfinamiento, pero sortea de momento los cierres específicos.

En Castilla y León, 618.000 personas, es decir, una de cada cuatro en la región, no pueden salir de su población sin causa justificada. La medida la estrenan hoy los 175.821 burgaleses y también regresan a la restricción 32.856 personas en Aranda de Duero.