Hoy hace exactamente una semana que falleció Cameron Boyce, una de las estrellas emergentes de Disney, cuya muerte ha conmocionado a medio mundo por su juventud –20 años– y lo inesperado del deceso. Su familia ha confirmado que ha sido una muerte natural y que se ha debido a la epilepsia que padecía. Pero… ¿es posible morir por epilepsia, una de las enfermedades neurológicas más frecuentes y que no suele producir este tipo de desenlaces a una edad tan temprana?

Los expertos coinciden en que probablemente Cameron sufrió lo que se conoce como SUDEP, acrónimo de Sudden unexpected death in epilepsy patients, o muerte súbita inesperada por epilepsia. La epilepsia es un trastorno cerebral crónico que provoca convulsiones recurrentes.

Según explica la Organización Mundial de la Salud, estas convulsiones se deben a descargas eléctricas excesivas de grupos de células cerebrales que pueden producirse en diferentes partes del cerebro. Dichas convulsiones pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares, hasta convulsiones prolongadas y graves. Su frecuencia también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día. Producen síntomas como la pérdida del conocimiento o la consciencia, y alteraciones del movimiento, de los sentidos (incluyendo visión, audición y gusto), estado de ánimo u otras funciones cognitivas.

Se calcula que en el mundo padecen epilepsia más de 50 millones de personas y cada año se diagnostican aproximadamente 2,4 millones de casos. Con la medicación adecuada, se puede llevar una vida prácticamente normal, aunque es cierto que el riesgo de muerte prematura es hasta tres veces mayor que en la población general. La SUDEP es la causa más común de muerte entre los niños y adultos con epilepsia y se clasifica de manera diferente a las muertes que se producen por lesiones sufridas durante una convulsión.

Más de 1 de cada 1.000 personas con epilepsia muere anualmente de SUDEP.  Sin embargo, la ciencia no ha conseguido dar explicación a por qué se producen estas muertes. Los principales motivos que podrían explicar estos fallecimientos son que, tras una crisis convulsiva, el paciente sufre una obstrucción de las vías respiratorias, un edema pulmonar, una arritmia cardíaca o paro cardíaco, una interferencia con el funcionamiento del cerebro que impiden la correcta respiración o una combinación de cualquiera de estos factores.

Pero tampoco se descarta que haya otros motivos, porque realmente todavía no se sabe qué es lo que puede desencadenar este tipo de episodios fatales. Según ha informado la familia del Cameron Boyce, la muerte tuvo lugar mientras dormía, por lo que el hecho de dormir boca abajo o que las vías respiratorias quedasen obstruidas con una almohada en una de las convulsiones podría ser otra de las razones.

En principio, no existen unas pautas específicas para prevenir una SUDEP, pero los especialistas insisten en que, cuando una persona está diagnosticada con epilepsia, es muy importante tomar la medicación prescrita para evitar los ataques, someterse a los controles rigurosos de los especialistas y seguir las pautas que se suelen aconsejar a este tipo de pacientes, que incluyen una alimentación equilibrada, la práctica deportiva, unos horarios de sueño y vigilia regulares y rutinarios y evitar el consumo de drogas y alcohol principalmente.