Las marcas de tampones ya lo advierten, pero aún así, cuando se produce una muerte de estas características, es inevitable sorprenderse. ¿Cómo es posible morir por usar un tampón? Esto es lo que le ha ocurrido a una joven belga de 17 años llamada Maëlle, que ha fallecido en Charleroi (Bélgica), después de sufrir un Síndrome del Shock Tóxico (SST), una enfermedad provocada por el uso de tampones. 

Tras hacer uso de uno, comenzó a sentirse mal. Le subió la fiebre y experimentó náuseas y vómitos. Al comienzo, se le diagnosticó una gastroenteritis grave, pero después la situación comenzó a agravarse y tras llevarla a un hospital confirmaron la presencia del síndrome que, horas después, le causó la muerte.

Pero, ¿cómo es posible que se pueda morir por esta razón? Lo cierto es que existen referencias de este síndrome desde los años 80, cuando murieron varias mujeres sanas en Estados Unidos tras pasar por una enfermedad inexplicable que incluía fiebre, shock y un fallo orgánico múltiple. Se habían observado varios casos desde la década de 1920, pero en 1980, el síndrome se convirtió en una enfermedad de declaración obligatoria. 

Se calcula que afecta a entre 1 y 3 de cada 100.000 mujeres en edad fértil que lo utilizan y tiene dos tipos: el SST estafilocócico, causado por la bacteria Staphylococcus aureus y el TSS estreptocócico, causado por estreptococo del grupo A, o bacteria estreptococo. Los síntomas se desarrollan repentinamente y progresan de forma muy rápida.

Síntomas y causas

 

Suele provocar un cuadro de fiebre alta repentina, a continuación vómitos, diarrea y una erupción cutánea similar a una quemadura solar, particularmente en las palmas y las plantas Luego se produce un enrojecimiento de los ojos, boca y garganta y continua con mareo, confusión, presión arterial baja, dolores de cabeza, convulsiones hasta que en 48 horas se produce insuficiencia renal, shock y muerte.

La aparición del síndrome está relacionada con el uso de tampones, especialmente de los tampones llamados súper absorbentes, aunque también se ha comprobado la relación entre su aparición y complicaciones del parto, una lesión o una quemadura, una infección localizada, como un forúnculo, o el uso de una esponja anticonceptiva. De hecho, el uso de tampones está implicado en el 55 por ciento de los casos.

Las bacterias que lo provocan están presentes en entre el 20 y el 30 por ciento de todas las personas, y generalmente contamos con anticuerpos para protegerlos. Pero otras no. Las causas no están claras. Se cree que los tampones súper absorbentes, que permanecen más tiempo dentro del cuerpo, se convierten en caldo de cultivo para las bacterias.  Otra teoría es que las fibras de los tampones rasgan la vagina, lo que hace posible que las bacterias pasen y entren al torrente sanguíneo. La acción o la composición de los tampones, combinados con bacterias estafilocócicas preexistentes en la vagina, probablemente desencadenan la enfermedad. Pero lo cierto es que no se está cien por cien seguro de su causa.

Tratamiento

 

El tratamiento consiste en combatir la infección mediante oxígeno, hidratación, diálisis para tratar la insuficiencia renal, drenaje y la limpieza de heridas en estos lugares y, en casos graves, la amputación. Se pueden administrar antibióticos por vía intravenosa, directamente en el torrente sanguíneo o un tratamiento con inmunoglobulina para combatir la toxina. Generalmente, si se coge a tiempo, se suele responder al tratamiento en un par de días, aunque puede exigir hospitalización durante semanas.