La cirugía robótica se ha consolidado como una de las grandes revoluciones de la medicina moderna, destacando de manera especial en el campo de la urología, donde ha permitido intervenciones más precisas, menos invasivas y con mejores resultados para los pacientes.
Sin embargo, aún persisten dudas sobre cómo funciona esta tecnología, qué beneficios aporta y cuáles son sus verdaderas limitaciones. Por ello, el Dr. Miguel Ángel López Costea, referente en cirugía robótica urológica en el Hospital Quirónsalud Barcelona, responde a los mitos más frecuentes en este ámbito.
-¿El robot opera por sí solo?
-No. Aunque la tecnología robótica y la visión en 3D ofrecen una ayuda valiosísima, el cirujano sigue siendo quien controla cada movimiento. El sistema robótico amplifica la precisión, la visión y la ergonomía del especialista, pero no sustituye el criterio ni la destreza humana. El éxito del procedimiento depende, como siempre, de la formación y experiencia del equipo quirúrgico.
-¿Siempre es mejor que la cirugía convencional?
-En la mayoría de los casos, sí. La cirugía robótica aporta ventajas claras frente a la laparoscopia convencional o la cirugía abierta: menor sangrado, incisiones más pequeñas, menos dolor postoperatorio , una recuperación más rápida y en general una mejor tasa de resolución de las patologías tratadas de esta forma . Aun así, hay situaciones clínicas específicas, como tumores de gran tamaño, donde otras técnicas pueden ser más adecuadas. La elección final siempre debe individualizarse según cada paciente.
“El sistema robótico no sustituye el criterio ni la destreza humana"
-¿Se trata de una técnica nueva?
-Podemos considerar la cirugía robótica plenamente consolidada en un alto porcentaje de procedimientos y la seguridad de la técnica está plenamente acreditada. Se utiliza de forma habitual en procedimientos complejos, como la prostatectomía radical o la nefrectomía parcial, con excelentes resultados oncológicos y funcionales.
¿La recuperación es realmente más rápida?
-Sí. Gracias a la mínima agresión quirúrgica y al control milimétrico de los movimientos, los pacientes intervenidos con cirugía robótica suelen reincorporarse antes a su vida cotidiana. Las heridas son más pequeñas, el sangrado es menor y la estancia hospitalaria se reduce significativamente.Por otra parte, si atendemos a los resultados funcionales posteriores a la cirugía (potencia e incontinencia urinaria en los operados de cáncer de próstata ) los beneficios son indudables.
"La cirugía robótica está plenamente consolidada y su seguridad plenamente acréditada"
-¿Solo se utiliza en casos muy complejos?
-No. La cirugía robótica tiene un amplio campo de aplicación. Si bien es especialmente útil en cirugías complejas o reconstructivas, también puede emplearse en intervenciones de menor dificultad, siempre que se considere beneficiosa para el paciente.
-¿Está libre de riesgos?
-Como toda cirugía, no está exenta de riesgos. La cirugía robótica comparte los mismos posibles efectos secundarios que cualquier procedimiento laparoscópico, además de los relacionados con la enfermedad de base o las condiciones de salud del paciente. Por eso, una correcta valoración preoperatoria es esencial. La cirugía robótica es una realidad consolidada en la urología moderna. Su combinación de precisión, seguridad y menor invasividad la sitúa como el 'gold standard' para el tratamiento de muchas patologías urológicas, especialmente los cánceres urológicos y la cirugía reconstructiva.
Según el Dr. Miguel Ángel López Costea, la cirugía robótica no es solo para casos difíciles, sino que su aplicación es cada vez más amplia
En definitiva, gracias a los avances tecnológicos y a la formación de muchos equipos quirúrgicos, hoy, Quirónsalud, puede ofrecer a los pacientes una cirugía más precisa, menos agresiva y con una recuperación más rápida.
