La práctica del mindfulness o atención plena está asociada a la reducción del estrés y la ansiedad y a una mejora del bienestar emocional. Pero, ¿cómo afecta a otros comportamientos de las personas, en concreto a la sociabilización?

Precisamente sobre este asunto trata un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Buffalo en los Estados Unidos, que demuestra las sorprendentes desventajas de la atención plena, al tiempo que ofrece formas fáciles de minimizar esas consecuencias.

Según Michael Poulin, PhD, profesor asociado de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Buffalo y autor principal del artículo que lleva por nombre Minding your own business? Mindfulness decreases prosocial behavior for those with independent self-construals, el mindfulness nos encierra más en nosotros mismos y nos hace más asociales.

“La atención plena aumentó las relaciones sociales para las personas que tienden a verse a sí mismas como más interdependientes. Sin embargo, para las personas que tienden a verse a sí mismas como más independientes, la atención plena en realidad disminuyó la conducta social”, asegura el experto.

Los resultados suenan contradictorios con otros estudios que subrayan las ventajas de esta práctica. Pero los expertos creen que con esto no quieren decir que sea algo negativo, porque eso sería una simplificación excesiva. Según los implicados en el estudio: “la investigación sugiere que la atención plena funciona, pero este estudio muestra que es una herramienta, no una receta, que requiere un estudio más preciso en cada paciente si los médicos quieren evitar sus posibles peligros”.

Ilustración mindfulnessEl estudio afirma que el mindfulness no es una receta que solucione los problemas sino una herramienta

La investigación aparecerá en un próximo número de la revista Psychological Science. Poulin y sus compañeros abordan la cuestión sobre las mentalidades independientes versus las interdependientes, que representan un tema general en la psicología social. Algunas personas piensan en sí mismas de forma individual o independiente, mientras que otras lo hacen de una forma plural o interdependiente.

También hay diferencias culturales. Las poblaciones occidentales suelen pensar en sí mismas como independiente, mientras que la gente de los países del este de Asia lo hacen como interdependientes. Las prácticas de mindfulness se originaron en países del este de Asia, y Poulin cree que el mindfulness puede ser más claramente pro-social en estas zonas.

Los expertos midieron los niveles característicos de independencia e interdependencia de 366 participantes antes de proponerles un ejercicio de mindfulness. También se les informó sobre las oportunidades de voluntariado para una organización benéfica. Tras el ejercicio, se produjo una disminución del comportamiento pro-social entre aquellos que tendían a ser independientes.