Menorca ha registrado el primer caso de coronavirus en el sector turístico del estado español. Ahora bien, también matizan que el brote se debe a turistas nacionales y en ningún caso son de fuera el país. Así lo ha confirmado el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Balears, Javier Arranz, en rueda de prensa este mediodía: "Es el primer brote de turistas, aunque también se trata de un brote familiar". En concreto, son tres personas y parientes directos que se han confinado a su "hotel o apartamento" y destacan que no presentan prácticamente ningún síntoma o son de carácter leve.

Los servicios asistenciales de la Conselleria de Salut balear están siguiendo el caso. Este, se suma a los nueve brotes activos que las Illes Balears tienen controlados. Los principales están en Mallorca y en menor medida en Eivissa.

El padre de este núcleo familiar tiene 44 años y fue el primero que empezó a tener fiebre el lunes pasado. Él mismo tomó la decisión de ir a urgencias de Canal Salat de Ciutadella, donde le confirmaron el positivo. Desde entonces duerme con su mujer y su hijo siguiendo los criterios de la Unidad de Atención al Coronavirus, UVAC. Estos se suman a los seis casos activos que tiene la isla, el acumulado de todas las Balears llega a los 118.

Las pruebas que ofrece el gobierno de la presidenta Francina Armengol son semanales. Aunque hoy no tocaba hablar de cifras, han aprovechado la rueda de prensa para avisar de la excepcionalidad de este caso. Balears, como pasa en Catalunya, también han aprobado el uso obligatorio de las mascarillas. La medida estará vigente a partir de este fin de semana y también han detallado otras limitaciones. Por ejemplo, límite de treinta personas en espacios cerrados y setenta para abiertos o ceremonias con un máximo de 250 personas en exteriores y 150 en interior. También habrá multa para aquel que no lleve la mascarilla puesta con 100 euros.

Previsión turística

Este está un año perdido y, como pasa en muchos sectores, intentan salvarlo. La fecha es diciembre del 2021. El impacto en negativo del turismo no ha pasado desapercibido por rotativos extranjeros como el Time o el Spiegel, que retratan las Balears como unas islas vacías de turistas que dependen de una maquinaria creada para atraer a millones de turistas: "Mallorca, una isla fantasma. ¿Qué será de ella sin los alemanes?".

Un sector que aporta el 11% del PIB en las islas y que, de momento, todo el turismo que ha conseguido después de la pandemia ha quedado en un experimento. La llegada de unos cuantos centenares de extranjeros el pasado 15 de junio divididos en fases. La otra cara de la moneda es el turismo nacional. Un buen indicativo son las empresas de coches de alquiler. Para este julio prevén que el aumento será de un 25% y las cifras, comparadas con el 2019, solamente serán ligeramente inferiores.