A lo largo de toda la vida, la importancia de una buena alimentación está más que demostrada por la ciencia. En el caso de las mujeres a partir de los 50, con el objetivo de que se convierta en un hábito y no en una mera dieta temporal, se han de tener claras una serie de precisiones que pueden ayudar a lograr una alimentación equilibrada, nutritiva y energizante. Las señaladas a continuación son algunas de ellas.

Sencillez

Debe ser una alimentación fácil de seguir, con pautas claras y alimentos simples, de tal forma que no resulte complicadísimo elaborar los menús o hacer la lista de la compra.

Ensalada césarUna de las claves a la hora de alimentarse bien es que los menús sean sencillos de llevar a cabo

Adaptable

Para poder adecuarse a la vida de una mujer trabajadora de 50 años, una buena alimentación debe permitir realizar cambios de acuerdo con las preferencias personales y necesidades nutricionales.

No demasiado restrictiva

El objetivo no es eliminar grandes grupos de alimentos en el plan de alimentación, sino lograr una dieta que permita disfrutar de la mayor cantidad de alimentos saludables posible.

Equilibrio nutricional

Las proteínas, grasas sanas y carbohidratos de calidad deben estar presentes diariamente en la alimentación. Y debe tener respaldo científico, no se trata de hacer dietas milagros.

En función de estas características, la mejor elección es la dieta mediterránea, uno de los patrones de alimentación más saludables para casi cualquier persona, incluidas las mujeres mayores de 50 años. Se compone principalmente de verduras, legumbres, frutas y frutos secos y cereales integrales. También incluye cantidades moderadas de pescado y productos lácteos, así como pequeñas cantidades de huevos, aves y carnes rojas. El alimento estrella es el aceite de oliva, que aporta grasas saludables y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Navarra, con su seguimiento se logra una reducción del 30% en el riesgo de obesidad en mujeres peri y posmenopáusicas.

La segunda dieta aconsejable es la dieta DASH, destinada a prevenir la hipertensión y que también ha demostrado su eficacia frente a la enfermedad cardíaca, una de las principales causas de muerte entre las mujeres mayores de 50 años.

Se caracteriza por su bajo contenido de sodio y pone su énfasis en alimentos ricos en calcio, potasio y magnesio, que se sabe que ayudan a reducir la presión arterial. Se compone principalmente de verduras, frutas y productos lácteos bajos en grasa, con cantidades moderadas de cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, pescado y aves. Las carnes rojas y los dulces generalmente se desaconsejan, pero se permiten ocasionalmente, y las carnes procesadas están prohibidas.

PescadoEl pescado aparece como alimento ideal en todas las dietas recomendadas para la salud

Por último, la dieta flexivegetariana es un tipo de alimentación en la que priman fundamentalmente las verduras y frutas, aunque ocasionalmente incluye carne, huevos, lácteos y pescado. Es una dieta muy popular entre las mujeres que quieren reduciendo su ingesta de carne por razones de salud, bienestar animal o ambientales. Los estudios demuestran sus beneficios para la reducción de la obesidad, prevención de enfermedades cardíacas y diabetes.