Los médicos de Barcelona han explicado por qué se ha disparado la covid-19 y han hecho un llamamiento a la precaución, tras haberse registrado 4.531 positivos en la semana del 24 al 30 de julio —convirtiéndose en la cifra más alta de 2023, con una tendencia ascendente en pleno verano—. El motivo del alza es muy simple: aunque estamos más tiempo al aire libre, en este periodo del año "hay más movilidad". Así lo ha señalado este jueves al canal 3/24 el vicepresidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Sellarès, que ha recordado que la movilidad "favorece el contagio".

El aumento de positivos en covid-19 en estas fechas es "normal", hasta el punto de que "los demás años también ha sucedido que en agosto ha habido un pequeño incremento de casos". Y, claro está, si aumentan los casos "también aumentan los ingresados". "Pero estamos en cifras inferiores a las del año pasado. No hay ningún incremento preocupante", ha aclarado Sellarès. De hecho, ha asegurado que este "pequeño incremento no supone ningún problema" para los centros de atención primaria —donde tienen los mecanismos necesarios para actuar, aunque una parte importante del personal esté de vacaciones—.

Las farmacias y los tests de antígenos

Entonces, el vicepresidente del Col·legi de Metges de Barcelona ha hecho un llamamiento a la precaución y ha recordado que "el sentido común es muy útil". Así, ha insistido en la necesidad de ir con cuidado con los grupos de riesgo y que "si una persona tiene fiebre, que se quede en casa". "Cómo haríamos en otras situaciones, como de resfriado o de gripe", ha añadido. En casos leves, será "suficiente" el tratamiento de los síntomas, el reposo y la hidratación. En cuanto a la mascarilla, habrá que utilizarla en ámbitos de especial atención, como las residencias. "Ante la duda, consulte a su médico", ha concluido.

En este sentido, algunas farmacias han asegurado a la ACN que han notado mucho la venta de tests de antígenos en las últimas dos o tres semanas, así como las visitas de clientes que acuden con tos u otros síntomas compatibles con la covid-19. Ahora que ya no es obligatorio llevar la mascarilla, precisamente, algunos trabajadores de la farmacia admiten que han optado por volver a ponérsela para atender a los clientes, y algunos clientes también se la vuelven a poner si tienen síntomas. Ante el aumento de casos y de venta de tests, dicen, prefieren no exponerse al riesgo de un posible contagio. Los farmacéuticos consultados dicen que el perfil de compradores es variado y que normalmente no acaban notificando si después han dado positivo o negativo.