Aunque los datos de contagios no acompañan, Reyes Maroto, ministra de Indústria, Comercio y Turismo, ha insistido hoy en que el Estado español es "un destino seguro". En este sentido, ha asegurado que los controles de acceso fronterizo "está funcionando" y que en "España no se puede entrar si no se acredita que se es una persona sana".

Además, ha pedido "prudencia" a la hora de analizar el impacto de la quinta ola sobre el turismo y ha destacado que la evolución de la pandemia no solo se puede medir con la incidencia acumulada, sino que hay que tener en cuenta la presión hospitalaria, "que en este momento es muy baja" y la vacunación.

La ministra ha lanzado hoy este mensaje de optimismo después de que Francia haya recomendado no viajar a España. "Los viajes son seguros porque nos hemos dotado de mecanismos para garantizarlo. Si se es prudente y en sus viajes respeta las medidas sanitarias sabemos como evitar los contagios", ha indicado en unas declaraciones que recoge la ACN.

Situación de riesgo muy alto

El mensaje de optimismo, pero choca con los datos. España tiene una incidencia acumulada a 14 días de 368,03 casos, hecho que la sitúa en situación de riesgo muy alto, una barrera que se establece en los 250 casos. A escala autonómica 12 comunidades se encuentran en esta situación, 6 de ellas superan los 400 casos de incidencia acumulada.

Retorno de las restricciones

Ante este contexto el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, valoró como "perfectamente lógicas" las restricciones que han impuesto Catalunya y el País Valencià. Ayer el Tribunal Superior de Justicia del País Valencià avaló la reimposición del toque de queda en los municipios más afectados por la quinta ola y la Generalitat de Catalunya ordenó el cierre de todas las actividades a las 00:30.

De hecho, Catalunya es la autonomía que se encuentra en una situación más crítica, hecho que el epidemiólogo atribuyó, como mínimo, parcialmente, al turismo. En la rueda de prensa para valorar la evolución de la pandemia, Simón explicó que la situación en Catalunya es el efecto de concentraciones muy grandes de personas de territorios y países diferentes que se han concentrado de "manera irregular en algunas zonas de Catalunya", destacando el impacto del turismo en estos procesos.

 

Imagen principal, los primeros turistas llegando al Prat / ACN