En estos tiempos de pandemia que nos ha tocado vivir, establecer una buena rutina de cuidado personal puede ser fundamental a la hora de afrontar las difíciles condiciones derivadas del virus y de las medidas que se han tomado para enfrentarse a él. Es una forma de buscar el bienestar, de tal forma que se logre un equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Va más allá de comer sano y tiene que ver con encontrar una rutina en el día a día que promueva cuestiones tan importantes como nuestro descanso, felicidad o la paz mental, por poner algunos ejemplos.

Es importante que esta nueva rutina tenga en cuenta nuestros gustos y apetencias, de tal forma que nos podamos adherir a ella sin que nos cause un profundo disgusto o estrés, porque puede ser contraproducente. Pero tampoco podemos rechazar cualquier actividad simplemente porque nos cueste, como puede ser hacer una actividad física para algunos, porque si se obtiene satisfacción al cumplir los objetivos, puede valer la pena.

Subiendo escalerasLas rutinas que llevemos a cabo tendrán más éxito si son de nuestro gusto

Se puede empezar poco a poco, eligiendo un comportamiento que nos gustaría que formara parte de nuestra rutina para ir ampliando después. Es bueno establecer metas asequibles, así como tener en cuenta la frecuencia y el momento del día, para que sean objetivos realistas y medibles. Por ejemplo, si una persona quiere desconectarse de los dispositivos electrónicos, se puede empezar con un período de tiempo corto, como 20 minutos al día. Cuando se cumpla con éxito durante una semana, se puede establecer una meta mayor.

Es bueno evaluar cada cierto tiempo, como una vez a la semana. De esta forma, se pueden observar los beneficios e ir cambiando las rutinas y ajustando según nos convenga. Y si existen problemas para comenzar con una rutina de cuidado personal, vale la pena explorar de dónde viene ese obstáculo, incluso se puede visitar a un especialista.

Estas son algunas ideas útiles para establecer la rutina:

Exponerse a actividades para comprobar el beneficio que pueden causar en nosotros

Es una buena técnica, sobre todo, si no se sabe con qué empezar, porque ayuda a discernir qué es lo que más conviene a cada uno: un buen baño, una actividad física, una dieta equilibrada, unos ejercicios de respiración, un rato de lectura, un masaje…

Pensar en cómo se pueden incorporar esas actividades al horario personal

Lo mejor en este caso es escribir un horario, ponerlo en un lugar visible e intentar ajustarse en la medida de lo posible a él.

RelojEs importante que las nuevas rutinas se adapten a nuestros horarios lo mejor posible

Fijarse en actividades que ayuden a desarrollar las habilidades

Todos tenemos áreas en las que podemos destacar de alguna manera. Para que las rutinas nos cuesten menos, es bueno tener en cuenta donde podemos dar lo mejor de nosotros mismos para encontrar la motivación.