Domingo 27, lunes 28 o martes 29 de diciembre. Una de estas tres fechas será la escogida para iniciar la primera fase de vacunación contra el coronavirus en todo el estado español. Ahora bien, quedan menos de diez días, pero el ministro de Sanidad, Salvador Illa, todavía no puede confirmar cuál será.

En una entrevista en Catalunya Radio, Illa ha dicho que le gustaría e intentará "que se haga a la vez para todas las comunidades autónomas". Más allá de la voluntad, poca cosa más ha podido asegurar. Por ejemplo, la forma de reparto: si una comunidad puede recibir más o menos dependiendo de la densidad de los grupos de población prioritarios como las personas mayores de las residencias.

Lo que sí es seguro, según el ministro, es que en verano habrá 15 millones de personas vacunadas en todo el país. Un reto que incluso podría empezar antes, "en mayo o principios de junio".

A España, "le corresponden 140 millones dosis, y sobrarán". Ante esta perspectiva tan positiva, asegura que las que no hagan falta se destinarán a otros puntos del mundo donde sean necesarias. Por todo ello, ha alabado el trabajo desde la Unión Europea: "No hemos corrido porque queríamos actuar de acuerdo con nuestros parámetros y legislación y es muy garantista".

¿Volveremos a confinarnos?

Illa sí ve claro que el confinamiento total o un fuerte retroceso no lo ve "ni ahora ni a largo plazo" pero no niega que estamos ante una tercera ola si no se toman medidas "adecuadas" y de forma inmediata. Con respecto a la Navidad, a nivel personal admite que lo celebrará pero de una forma diferente". Y reitera que "es muy fácil decir que no se han tomado bastantes medidas, pero realmente hay muchas restricciones".

Y deriva la responsabilidad del cómo hacerlo a cada una de las comunidades. De hecho, ha admitido que las relaciones con el Gobierno siempre han sido muy cordiales y sobre todo con la consellera de Salut, Alba Vergés, con quien más interacciones ha mantenido: "Me solidarizo con la gestión que están haciendo todos mis colegas en las comunidades autónomas".

El orden marcado por la Comisión Europea es el siguiente: identificación de grupos prioritarios, preparación de infraestructura y logística, asegurar el equipo sanitario y formarlo.

Uno de los grandes retos será comunicar correctamente la necesidad de vacunar a un número mayoritario de la población y evitar sorpresas. A modo de ejemplo, la reacción alérgica que sufrieron algunos ciudadanos británicos y que se conoció posteriormente.