La especial situación que estamos viviendo ha provocado que recaiga en los padres un mayor peso de la formación de los niños en casa. Y, como mantener una buena salud mental debe ser uno de los objetivos principales del confinamiento, lo cierto es que no está de más saber con qué tipo de habilidades se puede trabajar estos días en casa con los hijos.
Una buena guía es el estudio que presentó el Foro Económico Mundial que lleva por título Nueva visión para la educación: fomentar el aprendizaje social y emocional a través de la tecnología, donde se destacan dieciséis habilidades que debe desarrollar un alumno para prepararse para esta nueva sociedad.
No se trata de que los padres sustituyan a los colegios y los profesores, entre otras cosas porque es sin duda una misión prácticamente imposible teniendo en cuenta la difícil situación que vivimos y que los propios padres tienen también que mantener sus trabajos y demás. Pero la guía puede servir de gran ayuda para afrontar en familia la especial situación que vivimos así como una serie de consejos para tener en cuenta a la hora de establecer una relación con los niños en casa y un apoyo para su formación, tanto personal como académica.
Por eso, hay algunas ideas que podemos tener en cuenta del informe para intentar hacerlo de la mejor manera posible y con la mayor información. En primer lugar, fomentar el aprendizaje basado en el juego y crear un ambiente seguro en el que el niño desarrolle su aprendizaje. Esto se traduce en que hay que intentar en la medida de lo posible buscarle el lado lúdico a la rutina infantil, para que el confinamiento se le haga más llevadero. También es interesante fomentar una mentalidad de mejora y crecimiento personal, explicándole a los más pequeños que, a pesar de todo, puede ser una etapa interesante en sus vidas para aprender ciertas cosas, mejorar en su autonomía o estar más cerca de la familia.
Darle tiempo al niño para facilitar su concentración es también un aspecto importante, así como hacerle partícipe de las enseñanzas para fomentar el razonamiento reflexivo y el análisis. No hay que olvidar tampoco elogiarle para fomentar su autoestima, ayudarlos a encontrar sus fortalezas y habilidades y proporcionarles desafíos apropiados, dedicarles tiempo y proporcionarles objetivos claros de aprendizaje y desarrollo de la autonomía personal.
En el hogar, hay que crear un feedback constructivo que favorezca que el niño sienta que se le escucha y que sus opiniones cuentan. Además, hay que permitir que compartan propuestas y que den su opinión en el día a día de la rutina familiar para que aporten soluciones a los retos que se le plantean. Por último, y a través de ejercicios, actividades culturales en casa o manualidades, hay que ofrecerle oportunidades para crear e innovar. También hay que involucrarle en la actividad familiar y darle la confianza de que todo esto pasará y que todos permanecerán juntos. Sin olvidar la necesidad de abordar con él la cuestión de las emociones que le producen los acontecimientos y los cambios y desarrollar su flexibilidad haciéndole partícipe de diferentes situaciones de las que tenga que formar parte.