Las causas de infertilidad en una pareja pueden ser muy variadas. Cualquier fallo en alguno de los órganos o en la compleja cadena de acontecimientos que tiene lugar en la fecundación, pueden llevar a la esterilidad. Desde las anomalías vaginales, pasando por las del cuello uterino y el útero, ovarios, endometriosis o inflamación de las trompas de Falopio en el caso de las mujeres, hasta los problemas en la calidad del esperma o en la eyaculación en caso de los hombres.

Pero hasta ahora existía un número importante de casos, alrededor del 25%, del que no se sabía la causa y cuyo origen puede deberse a causas genéticas, que tienen que ver con la información de las células.

La mayor parte de las células en los tejidos de los organismos vivos proliferan a través de la llamada división celular somática (mitosis), un ciclo mediante el cual una sola célula duplica su información genética (cromosomas) y se divide por igual para crear dos copias de la célula original.

Pareja (1)

Pero así no es cómo funcionan las llamadas células germinales, los óvulos y espermatozoides, que se producen a través de un tipo especial de división celular llamada meiosis, que tiene lugar en las gónadas. El proceso comienza siendo como una mitosis normal, pero después cambia para crear cuatro células germinales genéticamente diferentes que tienen la mitad del material genético de la célula original.

El mecanismo que causa este cambio es uno de los grandes desafíos de la medicina reproductiva. Recientemente, un grupo de expertos de la Universidad de Kumamoto en Japón realizó un estudio para analizar las proteínas involucradas en la meiosis y así entender su desarrollo. Durante el proceso, lograron identificar un gen que actúa como interruptor de la meiosis, al que llamaron meiosina, que tiene la propiedad extremadamente rara de activarse solo en un momento específico, justo antes del comienzo de la meiosis en las gónadas.

En experimentos con animales, los investigadores descubrieron que tanto los ratones machos como las hembras se volvieron infértiles si el gen de la meiosina se inhibía de forma artificial. Un análisis más detallado de las gónadas de los ratones de ambos sexos llevó a la conclusión de que el gen, por tanto, juega un papel esencial en la activación de la meiosis. De hecho, actúa como una torre de control que activa simultáneamente cientos de genes para la formación de células germinales, y todo apunta a que está involucrado con la infertilidad.

Laboratorio

Se trata de un gran avance, sobre todo para aquellos casos de infertilidad humana en los que se desconoce la causa. Aunque estos experimentos se realizaron en ratones, el gen de la meiosina también está presente en humanos. La meiosis anormal en los óvulos de mujeres mayores puede causar anormalidades cromosómicas que derivan en un aborto espontáneo o en el síndrome de Down. Y en las sociedades donde la edad de la maternidad se ha retrasado, las terapias desarrolladas a partir de esta investigación podrían garantizar la calidad de la meiosis y disminuir las complicaciones, por lo que los expertos se muestran muy esperanzados por este descubrimiento.