Un trabajo científico realizado en la Universidad de Swansea y la Universidad de Milán ha venido a demostrar una tesis que ya han podido comprobar muchos profesores en colegios de medio mundo. El uso de la tecnología digital en exceso provoca que los estudiantes estén menos motivados para participar en sus estudios y se muestren más ansiosos ante los exámenes. Un efecto agravado por el demostrado aumento de la sensación de soledad que produce el uso Internet entre los más jóvenes.
El estudio
La investigación reunió a 285 estudiantes universitarios, matriculados en una variedad de grados relacionados con la salud. A todos se les evaluó en función de su uso de la tecnología digital, sus habilidades de estudio y motivación, ansiedad y soledad. El estudio demostró una relación negativa entre la adicción a internet y la motivación para estudiar. Es decir, los alumnos que reconocieron que pasaron más horas navegando por Internet encontraron más difícil organizar su aprendizaje de manera productiva, y mostraron un mayor estado de ansiedad ante los exámenes.
El estudio también demostró que la adicción a Internet se asocia con la soledad, y que esta soledad dificultaba el estudio. Los expertos que han participado subrayan que los resultados sugieren que los estudiantes con altos niveles de adicción a Internet presentan un rendimiento académico real más bajo, lo cual es constatable. Los datos en concreto mostraron que alrededor del 25% de los estudiantes, reconocieron que pasaban más de cuatro horas al día navegando. El resto indicó que pasaba entre una y tres horas al día. Los principales usos de Internet fueron las redes sociales (40%) y la búsqueda de información (30%).
En concreto, en la investigación se encontró que la adicción a Internet perjudica una variedad de habilidades, como el control de impulsos, la planificación y la sensibilidad a las recompensas. Y la falta de capacidad en estas áreas podría dificultar el estudio. En definitiva, para todos lo que pasaban muchas horas frente al ordenador, estudiar fue más difícil que para el resto.
El estudio también investigó cómo la soledad juega un papel importante en los sentimientos positivos hacia la vida académica en la educación superior. Las interacciones sociales más pobres que se sabe que están asociadas con la adicción a Internet empeoran la soledad y, a su vez, afectan la motivación para participar en un entorno educativo altamente social, como una universidad.
Por eso, los investigadores creen que, aunque parece inevitable, lo cierto es que antes de continuar por una ruta de digitalización creciente de nuestros entornos académicos, lo primero que deberíamos hacer es una pausa para considerar si esto realmente va a lograr los resultados que queremos. Esta estrategia podría ofrecer algunas oportunidades, pero también contiene riesgos que aún no se han evaluado completamente, como los indicados anteriormente. Por eso es importante educar a los más jóvenes en un uso más moderado y responsable de las pantallas, con el objetivo de que sus objetivos académicos no se vean perjudicados.