La llegada del verano ha venido acompañada de noticias inquietantes sobre rebrotes de la COVID-19. En algunos lugares, bien sea porque no se han adoptado las medidas necesarias o porque a día de hoy es imposible garantizar el riesgo cero, han surgido nuevos contagios que han hecho saltar todas las alarmas.

Muchos de ellas ligadas a lugares de trabajo, pero otros no. Lo cierto es que ahora aumenta la asistencia a playas, piscinas o ríos y es importante recordar que el virus sigue estando presente y que hay que tener muy presentes las medidas de seguridad.  

Los expertos dicen que no debemos de tener una falsa sensación de seguridad. Además, con el fin del estado de alarma se prevé un gran incremento de los desplazamientos entre distintas zonas del Estado. Desde la Organización Colegial de Enfermería han elaborado un vídeo animado donde se recogen las principales recomendaciones para evitar focos de nuevos casos. 

En primer lugar, es muy importante seguir manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 a 2 metros entre personas no convivientes, no compartir objetos ni dentro ni fuera del agua y tener en cuenta las restricciones sobre aforo en playas y piscinas para evitar aglomeraciones. 

También recuerdan que está permitido realizar actividades deportivas en las playas siempre que se realicen de forma individual y manteniendo la distancia de seguridad con el resto de ciudadanos. Además, especifican que el uso de duchas en playas está permitido –siempre que sea de forma individual–.

Por otro lado, incluyen recomendaciones generales sobre el cuidado de la piel frente al sol –protección solar alta y con frecuencia, evitar la exposición solar en horas centrales del día o adecuar el tipo de protector solar a nuestra piel– y sobre el uso saludable del aire acondicionado para evitar desarrollar enfermedades respiratorias que aumenten riesgos si contraemos la COVID-19.

Respecto al uso de la mascarilla, hay que recordar que utilizarlas mal aumenta el riesgo de contagio de la COVID-19, pues como la superficie externa de la mascarilla se considera un vehículo de transmisión, nos podemos auto contagiar. Las mascarillas quirúrgicas e higiénicas son las más recomendables para la población. En principio, la recomendación es que tengan una vida media de entre cuatro y ocho horas. No se recomienda llevar esta mascarilla de manera continuada más de seis horas seguidas porque la humedad que pueden captar hace que pierdan eficacia.

Chica mascarilla

Debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla y no se debe quitar para hablar, toser o estornudar y es necesario llevarla dentro de cualquier espacio público cerrado y también al aire libre cuando no esté garantizada la distancia de seguridad. Además, es importante que cuando nos la quitemos, si no se ha cumplido este tiempo, no hay que guardarla en el bolso o en un bolsillo. Es mejor portar en una bolsa transpirable, como un sobre de papel, sabiendo que la parte limpia de la mascarilla es la interna, lo que llevamos pegada a la cara, y la parte sucia es la parte externa, que no debemos tocar.

Por último, respecto al lavado de manos, se ha puesto a disposición de todo el mundo un vídeo de YouTube con los consejos para hacerlo de forma correcta en tan solo un minuto. También se deben tener en cuenta la necesaria desinfección de los lugares de uso común en el hogar como pomos, sillas, encimeras, mesas, ordenadores y demás materiales. Y, por supuesto, acudir al médico en cuanto aparezcan síntomas como fiebre, malestar, tos y problemas respiratorios.