El embarazo es un periodo de alegría para quienes van a ser padres y para sus seres queridos, y el objetivo principal a tener en cuenta durante los meses que dura es preservar en la medida de lo posible la salud tanto de la madre como del bebé que se espera.

Por eso, seguir una serie de pautas que la ciencia ha ido perfilando a lo largo de los años es muy recomendable. A este respecto, la transmisión de las tradiciones han hecho que se tengan como aconsejables algunas recomendaciones de lo más saludables y otras, que son producto del acervo popular y que no tienen por qué tener una base científica.

A continuación vamos a reseñar algunas de las evidencias con sustento médico que deberían tenerse en cuenta si se quiere llevar un embarazo lo más sano y adecuado posible.

Bañador

Evitar algunos alimentos

Más allá de que la propia mujer cuando se encuentra gestando evita la ingesta de determinados productos porque le provocan rechazo o porque no le apetecen, hay algunos alimentos que todas las mujeres embarazadas deben evitar comer. Estos son algunos de ellos:

- Zumos, leche sin pasteurizar y quesos frescos. Pueden tener algunas bacterias perjudiciales para el feto, como la licteria, que pueden llegar al interior de la placenta y provocar la muerte del bebé que se está esperando.

- Los embutidos y las ensaladas fuera de casa. Al igual que en el caso anterior, las bacterias que pueden contener por la falta de higiene o por la escasa atención prestada durante su proceso de elaboración, pueden ser letales. Aquí también la tristemente famosa listeria se encuentra a la cabeza de los peligros.

- Pescado rico en mercurio. El pez espada o la caballa se encuentran entre los peces que contienen altos niveles de mercurio. El problema que pueden provocar en el feto es la malformación de la visión y el oído además de severos problemas cerebrales.

- Carne y pescado crudos. Las ostras crudas u otros alimentos más habituales como el sushi pueden contener toxoplasmosis y salmonella, patógenos que es fácil que contraigan las mujeres embarazadas. Si la gestante los sufre pueden causarle desde deshidratación hasta sepsis intrauterina, una infección que provoca la muerte del feto en la mayoría de los casos.

- Huevos crudos. También pueden contener salmonella, por lo que cualquier comida que lo lleve como aderezo, debería ser absolutamente evitada por las embarazadas.

El alcohol

Beber alcohol durante la gestación hace que esta sustancia atraviese la placenta y entre en contacto directo con el feto. Esta exposición del feto al alcohol puede causar el síndrome de alcoholismo fetal y causar una serie de trastornos como discapacidad intelectual, anomalías físicas, problemas de comportamiento, convulsiones, crecimiento deficiente, retrasos en el desarrollo y unas habilidades motoras finas reducidas.

No existe un consenso sobre la cantidad de alcohol que podría resultar realmente peligrosa pero lo cierto es que la mayoría de los médicos aconsejan que la mujer se prive totalmente de su consumo durante el embarazo.

Qué pasa con la cafeína

De la misma manera que el alcohol, la cafeína puede atravesar la placenta y afectar al feto. Lo cierto es que no es tan grave como el alcohol y no debería tomarse más de un café diario mientras se está gestando. Desde luego, si es posible, aguantarse las ganas de disfrutar un placer como este durante los meses de embarazo sería aún mejor.

Gestante

Los deportes de contacto

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que las mujeres embarazadas eviten los deportes de contacto, como el fútbol, el baloncesto, las artes marciales o el boxeo. Parece una obviedad no realizar estas prácticas pero la razón principal estriba en el gran riesgo de desprendiemiento de la placenta que conllevan. Una afección que es considerada como grave porque puede acarrear que se produzca un parto prematuro o la muerte del feto.

Jacuzzi y sauna

Según la Asociación Estadounidense del Embarazo, los jacuzzis pueden causar hipertermia o temperatura corporal anormalmente alta, lo que puede conducir a anomalías congénitas en el feto. El calor extremo de las saunas son, qué duda cabe, un elemento a evitar tanto por los problemas que pueden causar a la madre en su estado como al bebé que se está formando.

Asimismo, otras actividades como el pilates, tomar el sol durante largas exposiciones o el ejercicio exigente deberían también aparcarse durante el embarazo.

Otras actividades a evitar

Las mujeres embarazadas deben abstenerse de realizar cualquier actividad que conlleve el riesgo de caídas, como esquiar, patinar y la escalada, debido a las lesiones que pueden provocar en el abdomen. Asimismo, actividades como el disfrute de parques de atracciones deben abandonarse temporalmente porque los movimientos bruscos que implican muchas atracciones también podrían causar el temido desprendimiento de placenta.