La vuelta a las clases está siendo a nivel global una de las mayores preocupaciones de las autoridades sanitarias. Tanto colegios como universidades de todo el mundo han abierto sus puertas procurando tomar las mayores medidas de seguridad pero sin tener muy claro que es lo que iba a ocurrir desde entonces. Aquí es todavía pronto para hacer valoraciones, pero en algunos países que abrieron en fechas más tempranas ya se está pudiendo comprobar qué es lo que está sucediendo. 

Un estudio publicado esta semana en Estados Unidos ha concluido que la apertura de las universidades ha sumado una media de 3.000 casos de contagios de COVID-19 al día entre mediados de julio y mediados de septiembre. En total, hasta el 10 de septiembre se han reportado más de 88.000 casos entre estudiantes y personal de casi 1.200 universidades en los Estados Unidos, según el New York Times. 

Material de estudio (1)

La vuelta a clase, uno de los mayores obstáculos en la gestión del coronavirus

En la Universidad de Notre Dame en Indiana, casi 12.000 pruebas en estudiantes de pregrado y posgrado arrojaron una tasa de prueba positiva del 0,28 por ciento antes de que las clases comenzaran en agosto. Ocho días después de que los estudiantes regresaran al campus, la tasa de positividad había aumentado a casi el 16 por ciento. Eso llevó a la escuela a imponer las clases virtuales durante 2 semanas. 

En la Universidad de Auburn, los casos de COVID-19 se quintuplicaron desde la primera semana de clases hasta la segunda, pasando de 41 la semana del 8 de agosto a 208 la semana del 15 al 21 de agosto. En la Universidad de Alabama también se produjeron más de 1.000 nuevos casos positivos en sus primeras dos semanas desde que reabrió y la de Carolina del Norte abrió sus puertas presenciales durante una semana y luego rápidamente tuvo que cerrar después de que surgieran 135 casos positivos del 10 al 16 de agosto. La población estudiantil allí registró una tasa de positividad del 13 por ciento, casi el doble del índice de casos del 7 por ciento del estado. Los casos positivos en la UNC superaron los 1.000 en el mes de agosto.

En general, los estudiantes que han dado positivo en las pruebas de COVID-19 en estas universidades han experimentado principalmente síntomas leves, pero eso no significa que no puedan transmitir la enfermedad a poblaciones más vulnerables. La prevalencia relativa de casos en estos campus universitarios es más alta que en las áreas circundante y eso preocupa mucho. Entre otras también, porque en Estados Unidos hay mucho desplazamiento geográfico en la población universitaria y existía el peligro de que los estudiantes regresasen a sus ciudades o municipios con la infección, contribuyendo a generar nuevos focos. 

Estudiantes riendo (1)

Los estudiantes suelen tener síntomas leves pero pueden infectar a personas vulnerables

Uno de los puntos más problemáticos es el deporte universitario, muy arraigado en Estados Unidos. Son muchos los ejemplos de centros con deportistas que han dado positivo y están en cuarentena, entre otras cosas por el contacto que se produce entre personas en este tipo de actividades. 

Ante esta situación, los expertos piden que se invierta en pruebas de detección entre los estudiantes con frecuencia, especialmente cuando ocurren brotes, y planificar la cuarentena de los alumnos.