Un análisis de sangre; eso basta para identificar pacientes resistentes a la radioterapia con metástasis cerebral, según una investigación liderada por españoles que, además, ha identificado el mecanismo que causa esta resistencia y ha encontrado un fármaco que podría servir para revertir la situación. La descripción de los hallazgos se publican este lunes en la revista Nature Medicine, en un artículo que lideran investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y en el cual los autores proponen una nueva estrategia para que pacientes con metástasis en el cerebro que no responderían a la radioterapia puedan beneficiarse de ella.

"Estamos muy contentos porque tenemos, en cierto modo, un resultado triple", explica en un comunicado Manuel Valiente, jefe del Grupo de Metástasis Cerebral del CNIO: con este trabajo "empezamos a entender los mecanismos moleculares de la resistencia a la radioterapia; estratificamos a los pacientes, de manera que podamos personalizar la terapia, y encontramos un fármaco que elimina la resistencia". Una cuarta parte de las personas con cáncer está en riesgo de tener metástasis cerebral, un tipo de lesión difícil de tratar con fármacos porque la barrera hematoencefálica hace de obstáculo para la entrada de medicamentos al cerebro. La radioterapia es una de las herramientas más empleadas para tratar la metástasis, que en su mayoría se desarrolla a partir de tumores primarios de pulmón, mama y melanoma.

Sin embargo, los efectos secundarios del tratamiento pueden ser importantes y es frecuente, además, la reaparición de los tumores. Por eso, el equipo de Valiente se propuso estudiar esta resistencia. Lo hizo en modelos animales y en cultivos celulares tridimensionales de metástasis cerebral de pacientes, que simulan el tejido tumoral. Además, analizó numerosos datos de cohortes de personas con cáncer de pulmón, mama y piel con metástasis cerebral. Los investigadores lograron identificar una vía molecular implicada en la aparición de la resistencia y, en particular, una proteína -S100A9- que funciona como indicador de la sensibilidad a la radioterapia: a mayor presencia de esta proteína, más resistencia. La sorpresa fue constatar que esta proteína puede detectarse en sangre: basta un análisis sanguíneo para identificar a los pacientes resistentes al citado tratamiento.

Una de las cosas esperanzadoras, indica el CNIO, es que ya se conoce un fármaco inhibidor de la molécula a la que se une S100A9 para activar la resistencia; en ensayos clínicos con humanos en fase III (la última) contra el alzhéimer se ha demostrado su seguridad. Asimismo, explica a Efe Valiente, se ha constatado que el fármaco es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro: "Esto genera una oportunidad única, al estar probándose -el medicamento- con otra patología ya hay mucho camino andado". Pero antes de llegar a un ensayo clínico para metástasis cerebral hay que dar otros pasos.