Según un nuevo estudio, solo 12 semanas de estiramiento pasivo pueden resultar beneficiosas para la salud del corazón. El trabajo ha sido llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Milán y sus resultados han revelado que aquellas personas que se ejercitaron en el estiramiento pasivo, habían aumentado el flujo sanguíneo en sus arterias y una disminución en la rigidez de las arterias.
El estiramiento pasivo es un tipo estiramiento donde una fuerza externa proporciona el estiramiento. Esto puede ser a través de un compañero de estiramiento, accesorios de estiramiento o por la gravedad.
El estudio
Los investigadores reclutaron a 39 hombres y mujeres sanos y los dividieron en dos grupos. Un grupo recibió instrucciones de hacer estiramientos de piernas cinco veces por semana durante 12 semanas, y el otro grupo no hizo ningún estiramiento.
Los estiramientos pasivos son aquellos en que una fuerza externa proporciona el estiramiento
Los del primer grupo gozaron de una mejora en su sistema vascular. Los autores de la investigación afirman que este descubrimiento podría tener implicaciones para enfermedades que implican cambios en el flujo sanguíneo, como los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
Si los hallazgos del estudio se replicaran en personas con enfermedad vascular, los investigadores podrían determinar si el estiramiento pasivo puede ser un tratamiento adecuado para mejorar la salud vascular. Un hecho que de llegar a confirmarse podría implicar que se cambiaran los programas de rehabilitación cardíaca y otros aspectos del tratamiento de las enfermedades vasculares.
Un buen flujo sanguíneo conduce a una reducción de la presión dentro del sistema, lo que lleva a menos daños en la pared de la arteria. La reducción en el flujo sanguíneo debido a que las arterias no son compatibles puede conducir a una presión arterial elevada, lo que puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares y de ataques cardíacos.
El flujo sanguíneo permite que la sangre oxigenada viaje a través del sistema vascular a los tejidos de todo el cuerpo. Sin un buen flujo sanguíneo, los órganos de todo el cuerpo se encuentran en riesgo.
Asimismo, las arterias necesitan expandirse para entregar más sangre al músculo cardíaco y a los músculos involucrados en la actividad durante el ejercicio o las arterias abdominales después de una comida abundante. Si pierden la capacidad de expandirse, puede provocar síntomas de dolor en el pecho o dolor en las piernas en personas con enfermedad arterial periférica. El ejercicio aeróbico, la pérdida de peso y el tratamiento de la presión arterial alta pueden reducir la rigidez de las arterias. De igual forma, los medicamentos como las estatinas también pueden ayudar con la flexibilidad.
La investigación podría ser relevante para reducir los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares
En palabras de los científicos responsables del trabajo, “el ejercicio regular y el control de los factores de riesgo son las cosas más importantes que uno puede hacer para garantizar que las arterias se mantengan saludables. Cuando la enfermedad está presente, los medicamentos pueden ser útiles para dilatar las arterias y minimizar el dolor si hay una enfermedad vascular periférica sintomática. Los resultados de este estudio también sugieren que el estiramiento mejora la función vascular”. Se trata por tanto de un hecho importante porque la impresión general ha sido durante mucho tiempo que para impactar favorablemente la salud de las arterias generalmente se requerían los ejercicios de tipo aeróbico.