Las cifras hablan por sí mismas. Alrededor del 20% de la población padece trastornos de ansiedad recurrentes, lo que convierte a esta patología en una de las más frecuentes de Europa y Estados Unidos. En la comunidad científica, son muchos los estudios que evalúan y reevalúan constantemente los factores que pueden contribuir al riesgo que tiene una persona de desarrollar un trastorno de ansiedad, con el objetivo de diseñar herramientas de prevención que disminuyan la prevalencia.

Recientemente, un equipo de investigadores de diferentes universidades, entre ellas la de Toronto, ha llevado a cabo un estudio al respecto que aparece publicado en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública. Según los resultados del estudio, los hábitos de salud entre los que ocupa un lugar principal la dieta, así como otros factores sociales entre los que destaca la situación económica, son fundamentales.

Manos

El estudio

Los expertos evaluaron a 26.991 personas, de las que el 58,5% tenía entre 45 y 65 años. De ellos, el 8,5% padecía ansiedad de forma recurrente. Los investigadores analizaron la información que obtuvieron de los participantes a través de entrevistas, exámenes físicos y pruebas de laboratorio. Este análisis reveló una serie de asociaciones significativas entre ciertos factores y la probabilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad. 

Entre otras cuestiones, los investigadores descubrieron que las personas que no comían mucha fruta y verdura tienen más probabilidades de tener un trastorno de ansiedad que aquellas que tienen una ingesta alta de ambos alimentos. Concretamente, aquellos que consumían menos de tres porciones de frutas y verduras al día tenían un 24% más de probabilidades de sufrir esta patología. Sin duda, este hecho está relacionado con otra circunstancia. Aquellas personas que tenían altos niveles de grasa corporal tenían más del 70% de probabilidades de sufrir ansiedad.

Otro importante factor que aumenta el riesgo es el género: las mujeres tienen más probabilidades de experimentar ansiedad. Una de cada 9 mujeres participantes tenía un trastorno de ansiedad. En comparación, solo uno 1 de cada 15 hombres lo padecía. Los solteros también tienen un 27% más de probabilidad de desarrollar un trastorno de este tipo en comparación los casados y las personas con ingresos más bajos también están también más expuestas. Concretamente, el doble que las personas con mejores condiciones económicas. Además, los participantes que vivían con dolor crónico tenían el doble de prevalencia de ansiedad, fundamentalmente por lo que esta condición interfiere con sus responsabilidades laborales o familiares.

Hombre ansiedad

Sorprendentemente, los investigadores encontraron que una categoría social con menores probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad era la de los inmigrantes. Según las encuestas que analizó el equipo, las personas que no habían nacido en este caso en Canadá, pero habían emigrado allí tenían una menor prevalencia de la patología: un 6,4% de los inmigrantes frente al 9,3% .