A pesar de que en los libros, cuando se muestra una imagen de un vaso sanguíneo este parece un cilindro recto, la realidad es que se trata de conducto con formas tortuosas, curvas complejas e incluso espirales. Esto provoca que cuando la sangre pasa por estas zonas curvas, experimenta cambios en su mecánica de fluidos debido a sus interacciones con la pared del vaso. En una persona sana, estos cambios no producen ningún problema, pero en una persona con alguna otra patología o con mayor riesgo, se pueden producir problemas en el flujo que activan proteínas y células que eventualmente se convierten en coágulos sanguíneos. 

Un equipo de científicos del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Texas está trabajando en una forma completamente nueva de detectar estos coágulos sanguíneos, especialmente en los niños. Según los científicos, uno de los grandes desafíos de la medicina en estos momentos en este ámbito consiste en que los dispositivos médicos utilizados para detectar coágulos y evaluar los efectos de los medicamentos contra la coagulación sanguínea están completamente basados ​​en la química y, por lo tanto, no tienen en cuenta que la sangre cuando fluye se somete a giros y movimientos. Por lo tanto, las lecturas de estos sistemas estáticos actuales no son altamente predictivas, y a menudo producen falsos positivos o falsos negativos

Científica

Para abordar el problema desde un nuevo ángulo, los expertos realizaron una investigación para diseñar un microdispositivo que imita los vasos sanguíneos tortuosos y crearon un microambiente enfermo en el que la sangre pudiera coagularse rápidamente y se evaluó su uso con pacientes pediátricos en cuidados críticos cuyo corazón y pulmones no funcionaban correctamente.  Estos pacientes necesitaban una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que proporciona soporte cardíaco y respiratorio a cambio de oxígeno y dióxido de carbono. 

 

Una complicación común en ECMO es la coagulación de la sangre, por lo que a los pacientes se les administran anticoagulantes para prevenir la coagulación. Sin embargo, también se sabe que las máquinas ECMO fagocitan proteínas de coagulación y plaquetas, lo que aumenta el riesgo de sangrado en los pacientes anticoagulados y más aún en los pacientes pediátricos.

Las pruebas actuales de coagulación sanguínea con base química son costosas, requieren mucho tiempo, pueden ser poco fiables y requieren un técnico calificado. Pero el nuevo sistema diseñado en Texas no requiere productos químicos caros, es rápido, con resultados en 10-15 minutos y utiliza un volumen de muestra de sangre bajo y su margen de error es cero.

Arteria

En las pruebas, el equipo de expertos pudo demostrar que su diseño podía detectar hemorragias en pacientes anticoagulados con recuentos bajos de plaquetas, lo que puede ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones clínicas basadas en evidencia para sus pacientes. Ahora, la siguiente fase consiste en continuar con los estudios clínicos para comparar su enfoque con los métodos estándar y demostrar las ventajas de este nuevo sistema.