A pesar de ese dicho tan repetido de que los 40 son los nuevos 20, lo cierto es que cuando se entra en la cuarentena hay que prestar más atención aún si cabe a la salud y a la prevención de enfermedades. Tanto el cáncer como las patologías cardiovasculares –las más frecuentes–, tienen que ver, entre otros factores, con el estilo de vida. Por lo que cambiar ciertos hábitos pueden ayudarnos a vivir más y mejor.

El caso de las trombosis es un ejemplo. Es una patología cuya incidencia aumenta a medida que pasan los años. Se denomina enfermedad tromboembólica venosa (ETV) y puede presentarse en dos formas: una trombosis venosa profunda o un embolismo pulmonar. Se produce cuando se forma un coágulo de sangre en el interior de las venas, que puede desplazarse y fijarse en el pulmón (en estos casos es cuando se habla de embolia).

Paciente

Supone la tercera causa de muerte por enfermedad cardiovascular, después del infarto y el ictus y en ocasiones, cuando se presenta, no se les otorga demasiada importancia a los síntomas, lo que complica su desarrollo. Pero es potencialmente peligrosa; de hecho cada año se calcula que mueren alrededor de 600.000 personas en Europa por esta causa. Puede aparecer en cualquier vena, pero generalmente aparece en una pierna, donde se encuentran las más grandes del cuerpo (trombosis venosa profunda). Produce dolor intenso, hinchazón y aumento de la temperatura.

Las causas de su aparición pueden ser congénitas o adquiridas por determinadas situaciones vitales o hábitos de vida poco saludables. Algunos ejemplos son la edad, el hecho de haber sufrido una cirugía mayor, aquellos casos en los que se tiene que estar inmovilizado durante mucho tiempo, cuando se padecen enfermedades inflamatorias del intestino, por al consumo de anticonceptivos o en periodos especiales como el embarazo y el puerperio.

También hay un cierto riesgo de heredar la posibilidad de padecer una trombosis, especialmente en personas que presentan resistencia a la proteína C –una proteína que fabrica el hígado y cuya función es proteger de la inflamación en el cuerpo–, o que tienen algún tipo de alteración en la protrombina, una proteína implicada en la coagulación de la sangre.

Piernas

Para prevenir un accidente de este tipo, hay que tomar una serie de precauciones. Además, de llevar hábitos de vida saludable, es conveniente hacer ejercicio moderado y no pasar mucho tiempo sentado sin moverse, por ejemplo en el trabajo o cuando se viaja. Cada hora se deben realizar movimientos, ponerse en pie y ejercitar los músculos de las piernas. Durante una enfermedad o después de una cirugía hay que procurar estar activo en la medida de lo posible, para evitar la formación de coágulos.

En cuanto al tratamiento, en los últimos años ha avanzado muchísimo, porque se han creado fármacos anticoagulantes de última generación que previenen incluso la trombosis recurrente.