A menos de una semana para Navidad, la nueva variante ómicron ha puesto entre la espada y la pared a toda Europa. Algunos países han optado por un confinamiento estricto similar al del comienzo de la pandemia, como es el caso de los Países Bajos, y otros por fortalecer las restricciones en los no vacunados y acelerar la dosis de refuerzo, como en el caso de Italia. Aquí, en Catalunya, hasta ayer todo eran recomendaciones, pero el Govern ha limitado en las últimas horas las reuniones sociales, ha cerrado el ocio nocturno y pedirá aplicar el toque de queda de 1 a 6 de la madrugada. Desde la Organización Mundial de la Salud también se muestran muy preocupados ante la nueva variante.

Hasta el punto que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha reconocido que la información que se está analizado sobre la ómicron indica que esta variante circula más rápidamente que las anteriores y "es probable que los vacunados y los que se han recuperado de la covid se infecten o se reinfecten". Por todo ello, ha hecho un llamamiento a tomar conciencia ante esta situación, cuando faltan muy pocos días para las celebraciones de Navidad, indicando que lo más prudente es cancelar las comidas y cenas, y "celebrar la vida mañana" que "hacer celebraciones hoy y estar de duelo mañana".

Extremar la prudencia

"La situación es muy seria y estamos muy preocupados", ha remarcado Adhanom sobre la nueva variante, aunque también ha explicado que parece que esta causa una variante más moderada que la delta, que todavía es la predominante en todo el mundo. Por todo ello ha pedido ser extremadamente prudentes" las próximas semanas y evitar acontecimientos donde haya mucha gente, ya que estos podrían ocurrir en propagadores del virus.

Están a punto de cumplirse dos años desde que la OMS recibió la primera notificación sobre casos de una neumonía de tipo desconocido detectados en China. Estos estaban causados por la covid-19, que ha provocado hasta ahora 5,5 millones de muertes y 272 millones de casos en todo el mundo.

¿Terceras dosis?

Por otra parte, desde la OMS también han advertido que para acabar con la fase aguda de la pandemia se tendrá que resolver uno de los grandes problemas derivados de la vacunación: la desigualdad entre países con respecto al acceso a las herramientas contra la covid. Por eso ha apuntado que el objetivo tiene que ser que a mediados de 2020 se haya vacunado un 70% de la población de cada país. Este, de hecho, era un hito que se había planteado para 2021, pero no se ha cumplido.

Por todo ello, aunque los expertos de la institución no han posicionado en contra de las dosis de refuerzo contra la covid ni niegan el rol importante que tienen, han recordado que la decisión de los países ricos de ofrecerla a toda su población adulta juega en contra de que los grupos de riesgo en los países pobres puedan tener acceso a las vacunas para una primera o segunda dosis.

Ahora bien, el 80% de los enfermos hospitalizados por covid son personas que se han vacunado, según datos de la misma organización, y los estudios concluyen que hay una reducción de la inmunidad entre las personas vacunadas cuando han pasado seis meses desde el pinchazo.

En la imagen principal, una enfermera analiza tests de coronavirus / Europa Press