Cuando se usa un cosmético, bien sea una mascarilla, una crema o un exfoliante por primera vez o con cierta frecuencia, en ocasiones puede provocar en la piel algún tipo de reacción. A veces puede ser de tipo alérgico o por la acumulación de suciedad y grasa en los poros y una peor transpiración. Las más comunes son el acné, la rosácea o la miliaria, estas últimas generalmente por el uso continuado.

El problema más habitual es el enrojecimiento facial en la zona de la piel, aunque también puede desencadenarse acné, sobre todo con algunos productos nuevos que no se han probado con anterioridad. A veces, se trata de un problema de fondo de otro tipo, bien sea por estrés o por una cuestión hormonal, pero el cosmético puede causar algún tipo de reacción que tiende a empeorar las patologías de la piel.

Acné

Otras de las afecciones más comunes es la miliaria, una erupción debida al calor que puede producirse debido al sudor acumulado, algo muy típico en los meses de verano. Ocurre bastante, por ejemplo, con el uso continuado de las mascarillas, que producen una alteración local del microbioma de la piel, sometiéndose a niveles elevados de CO2, mayor humedad, temperaturas más altas y más bacterias y microorganismos de la boca y el sistema respiratorio.

En otros casos se desencadena una rosácea, una enfermedad inflamatoria crónica única que resulta de la disfunción de la barrera cutánea, una respuesta inmune local hiperactiva y nervios hipersensibles alrededor de los vasos sanguíneos que hacen que se ensanchen de manera persistente, lo que resulta en un enrojecimiento facial crónico.

Si la reacción es importante, lo mejor es acudir a un especialista que prescriba algún tipo de tratamiento recomendado. Pero si se trata de una reacción leve que no revista ningún tipo de gravedad, estos son algunos consejos para prevenir los problemas.

Aplicar una crema emoliente

La irritación es más común a lo largo del puente de la nariz y las mejillas centrales. Aplicar una crema emoliente en esta zona aumenta la función de barrera de la piel y proporciona lubricación. Es bueno que se incluyan ingredientes anti-acné, como retinol y nano-azufre purificado.

Hidratantes sin aceite

Para enfermedades como el acné y la rosácea, restaurar esa barrera de la piel es clave. Esto significa aplicar una crema hidratante sin aceite para humedecer la piel varias veces al día. Los retinoides tópicos son ideales para lograrlo.

Crema hidratante

Limpiar y exfoliar con frecuencia

En los casos en los que utilice una mascarilla, por ejemplo, al retirarla hay que limpiar suavemente y exfoliar el rostro, porque se ha producido una acumulación de aceite, células muertas de la piel y otros desechos que pueden ser irritantes para la piel.