Ante la imposibilidad de acudir con normalidad al médico y las recomendaciones de los centros sanitarios de no hacerlo, a menos que sea imprescindible para evitar la expansión del coronavirus, entre muchos pacientes se está extendiendo mucho más que nunca el uso de la telemedicina, es decir las consultas mediante videollamadas con los expertos. Debido al confinamiento, muchas personas continúan con su seguimiento médico o realizan nuevas consultas mediante las nuevas tecnologías, en lo que está resultando un paso adelante muy importante en este tipo de servicio.

Y, aunque es cierto, que no se puede poner en un mismo plano una consulta presencial con el médico con estos nuevos sistemas, lo cierto es que está sirviendo de una gran ayuda, sobre todo para los grupos de riesgo, que reciben una atención profesional sin ni siquiera salir de casa.

Médico

Y ocurre en la mayor parte de países del mundo que están viviendo el confinamiento, que están viendo como tanto para el trabajo, como para la comunicación con el exterior, la escuela o la visita al médico, las nuevas tecnologías se están convirtiendo un aliado de gran ayuda en estos momentos. Aunque más de uno se está teniendo que hacer un curso acelerado para entender cómo funcionan.

Lo cierto es que el sistema viene a satisfacer una demanda de muchos pacientes que va mucho más allá de la crisis del coronavirus. Recientemente, una encuesta realizada por Cigna España concluía que a seis de cada diez españoles le gustaría hacer un uso más frecuente de la atención médica a distancia, sobre todo en un momento como el de ahora que los dispositivos permiten una mayor conectividad a todos los niveles.

El estudio destaca que en lo que respecta a la edad, las personas de entre 35 y 44 años son los que más uso harían de este sistema, casi un 60%. Pero no son los únicos. Para las personas más mayores también es un medio muy atractivo para recibir atención médica especializada, puesto que les evita desplazamientos, aunque no siempre se pueden realizar.

La mayor parte de los seguros médicos privados están en estos momentos ofreciendo servicios de telemedicina a sus clientes. Algunos mediante llamadas telefónicas y otros con videollamadas. La Sanidad Pública también ha tenido que adaptarse sin duda a este contexto en el que se ha restringido tanto la movilidad de la población. Este tipo de servicios están avalados y no suponen ningún problema para los pacientes. El problema reside en que muchas empresas están creando apps para los móviles que ofertan servicios de telemedicina que no cuentan con este respaldo y cuya autenticidad se pone en duda.

Mascarilla azul

En este sentido, hay que ser muy precavido y evitar descargarse determinadas apps de las que se desconoce su origen y que animan a hacer a las personas un seguimiento médico que no tiene por qué tener ningún rigor científico y, en algunos casos, puede suponer hasta un riesgo para la salud. Por eso, hay que tener cuidado con toda la publicidad que nos está llegando en este sentido y fiarse únicamente de aquellas aplicaciones y programas que estén avalados bien por las autoridades sanitarias y las compañías de salud privadas.