¿Tienen las personas que toman ciertos medicamentos para la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes estar más riesgo de padecer de forma más severa el coronavirus? Es una importante cuestión que adquirió aún mayor relevancia después de que The Lancet publicara un estudio en el que se aseguraba que el ibuprofeno aumenta la actividad de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que puede facilitar la expansión y empeorar el curso de la enfermedad COVID-19. 

Como resultado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un principio, advirtió a la mayoría de los pacientes que optaran por el paracetamol. Pero lo cierto es que esta advertencia cambió y ahora no hay ninguna recomendación en ese sentido.

Pastillas

Al parecer, y según el estudio, los bloqueadores de los receptores de angiotensina II tipo I (BRA) y tiazolidinedionas, comúnmente utilizados por personas con enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes, también pueden aumentar la actividad de la ACE2. Por eso, si bien casi toda la atención se centró en el ibuprofeno, lo cierto es que también se recogía esta hipótesis.

Tras la relevancia de este artículo, el autor principal del mismo, el Dr. Michael Roth-Chiarello del Hospital Universitario de Basilea en Suiza, publicó otro trabajo en el que se aseguraba que se necesita más investigación sobre el uso de estos fármacos en personas con COVID-19.

Entonces, ¿los pacientes que toman medicamentos para la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes corren el riesgo de presentar un COVID-19 más grave?  Desde la publicación de este artículo, varios expertos que han sido cuestionados al respecto aseguran que todavía no existe una base científica sólida o evidencia que respalde esta tesis. Pero, aunque la investigación no sea más definitiva, destacan la importancia de que las personas que tomen estos medicamentos sean más conscientes esta posibilidad.

El Consejo de Hipertensión de la Sociedad Europea de Cardiología, por su parte, difundió una declaración en la que se subraya también la falta de evidencia que respalde los efectos nocivos del uso de estos fármacos con respecto al COVID-19. Por esta razón, lo que recomendaron a los médicos y los pacientes que continúen el tratamiento con su terapia antihipertensiva habitual. La causa no es otra que no hay evidencia clínica o científica que sugiera que el tratamiento los bloqueadores de los receptores de angiotensina II tipo I (BRA) y tiazolidinedionas  deba suspenderse debido a la infección por COVID-19.

Coronavirus

Desde la Universidad California en Los Ángeles (UCLA), han afirmado por su parte que ha habido un peor desarrollo del COVID-19 en pacientes en tratamiento para algunas enfermedades crónicas como la hipertensión, pero es imposible a día de hoy discernir si esto se debe a la enfermedad subyacente o a los medicamentos que se usan. Por lo tanto, los expertos a nivel mundial destacan que las personas no deben dejar de tomar sus medicamentos habituales a menos que lo indique un profesional de la salud.