Uno de los primeros síntomas del coronavirus es la fiebre, tal y como han informado las autoridades sanitarias. Prácticamente la totalidad de los pacientes que ha contraído el virus desarrolla una temperatura superior a la normal pero… ¿cuándo se puede considerar que una persona tiene fiebre?

Lo cierto es que la temperatura corporal normal varía según muchos factores, como la edad, el sexo y los niveles de actividad. La cifra normal para un adulto varía, generalmente, entre los 36 y 37ºC, pero la temperatura corporal basal de cada persona es ligeramente diferente y puede ser un poco más alta o más baja. De hecho, hay personas que suelen tener temperaturas normales de 35,5º C y otras casi alcanzan los 37,5º C.
Termómetro clásico

La temperatura está regulada por un área del cerebro llamada hipotálamo, de pequeño tamaño, que forman parte del encéfalo y el sistema límbico. Si la temperatura corporal sube o baja por debajo de la marca de 37º C, el hipotálamo se activa para regular la temperatura. Si el cuerpo está demasiado frío, el hipotálamo envía señales para que el cuerpo tiemble, lo que calienta el cuerpo. Si el cuerpo está demasiado caliente, envía mensajes para comenzar a sudar, lo que permite que el calor salga del cuerpo. 

Además, las lecturas de la temperatura corporal varían según el lugar del cuerpo donde se realicen las mediciones. La lectura que se realiza en la axila tiende a ser más baja que la que se lleva a cabo oralmente. Y las rectales, que se suelen tomar en los niños son todavía más altas, de hecho las que más.

A lo largo del día, generalmente la medición más baja es la que se toma temprano por la mañana y la más alta al final de la tarde. También puede haber variaciones cuando los niveles de actividad son más altos o bajos de lo normal, después de la ingesta de determinados alimentos y líquidos o según periodos específicos, como las mujeres durante la menstruación.

Los médicos consideran que una persona tiene fiebre a partir de los 38º C (aunque en la axila, como la medición suele ser más baja, se podría considerar a partir de  los 37,5º). Por encima de 39,5º C se denomina fiebre alta y, cuando supera los 41, se considera muy alta, y puede tener graves consecuencias para la salud si no se toman medidas al respecto.

Cuando se tiene entre 37 o 37,5 y 38º C se denomina febrícula. Son las conocidas como décimas de fiebre, que pueden alertar de que algo no está bien. En los niños ocurre lo mismo, porque tienden a tener temperaturas corporales similares.
Termómetro de oído

En cuanto a cómo tomar la temperatura, depende también de diversos factores. De 0 a 3 años, la mejor es la rectal. A partir de entonces, se puede tomar en la oreja, la axila o el oído. En cuanto al termómetro, en la farmacia, para los consumidores, se pueden encontrar de varios tipos: los digitales, que toman la temperatura a través de sensores de calor; los digitales de oído, que usan escáneres con infrarrojos para tomar la temperatura del canal auditivo; y los de galio, que han sustituido al mercurio y tienen un funcionamiento similar.

Otros síntomas de fiebre que pueden alertar si no se está claro son la pérdida de apetito, el dolor de cabeza, la irritabilidad, los dolores musculares o la sensación de debilidad.